Las tareas de un figurinista en un rodaje no se parecen en nada a las que tenemos al elegir qué ponernos para una entrevista, una cita o una cena familiar. En el cine, el vestuario debe reflejar la personalidad del personaje e incluso, a veces, exagerarla a propósito. Sin embargo, en ocasiones los creadores cruzan la línea y se cumple el refrán: “Mejor quedarse corto que pasarse”. Estos son algunos de los estilismos más cuestionables que aún siguen generando debate.
Friends
En uno de los capítulos, Rachel acepta ser dama de honor en la boda de su ex. Su vestido —una pieza voluminosa de tafetán rosa con sombrero a juego— se convirtió en uno de los atuendos más comentados (y criticados) de la serie. No es para menos: es un auténtico sueño cursi. La propia Rachel lo describió como “del color de un medicamento contra las náuseas”, y la diseñadora admitió que era espantoso desde el tono hasta el corte. Eso sí, imposible olvidarlo.
El diablo viste de Prada
Andy entra a trabajar en una revista de moda sin tener la menor idea del sector, lo que se refleja en sus jerséis holgados y camisas desaliñadas. Su look subraya lo fuera de lugar que está en la industria. El problema es que vive en Nueva York, no en una isla remota. Resulta poco creíble que, con tantas ganas de progresar, no pusiera más empeño en su vestuario. Aun así, ese contraste extremo solo sirve para que su transformación posterior resulte todavía más impactante.
Jennifer’s Body
Jennifer es la chica más popular del instituto, capitana de animadoras y dueña de un estilo impecable… ¿o no? Una de sus prendas más recordadas es una sudadera rosa que parece sacada de la sección infantil, y no es una impresión: era realmente de la colección Kids de Gap. Según la figurinista, no encontró nada mejor para el personaje. Curiosamente, tras el estreno, esa sudadera se volvió objeto de culto.
Batman (serie de los 60)
Quizás se pueda culpar a la época, pero el traje de Batman en esta versión televisiva incluyó un cinturón con incontables compartimentos… y unos shorts playeros para hacer surf sobre el traje. Comparado con los Batman actuales, parece casi una parodia. Aun así, la serie sigue siendo un clásico.
Gossip Girl
Serena van der Woodsen es la it-girl de Manhattan y un icono de estilo. Pero hasta los mejores tropezan: en un episodio combina una chaqueta de cuero diminuta, que apenas le cierra, con una corbata y un suéter. Un look tan desconcertante como comentado.
007: Al servicio secreto de Su Majestad
En esta película, James Bond aparece por primera y única vez con un kilt escocés durante una celebración navideña. Aunque la escena lo justifica dentro de la trama, los fans se burlaron del resultado final. Tanto así, que el conjunto —con jabot incluido— acabó siendo parodiado en las películas de Austin Powers.
Crepúsculo
El estilo de Bella Swan es la definición de anti-moda: capas, combinaciones imposibles y prendas para esconderse del mundo. En su primer encuentro con Edward lleva una camisa de bolos sobre una camiseta de manga larga. El objetivo era hacerla invisible… y el resultado terminó siendo tan extraño que destacaba aún más. Parecía lista para una partida de bolos, no para ir al instituto.
Sexo en Nueva York
Carrie Bradshaw es sinónimo de estilo, pero incluso ella tiene un pasado complicado. Uno de los looks más polémicos fue un cinturón sobre una blusa corta y una falda de tiro bajo. Con el tiempo, la propia Patricia Field, figurinista de la serie, admitió que aquel conjunto fue demasiado.
Star Trek II: La ira de Khan
El villano Khan lleva durante toda la película un cárdigan corto con aberturas. Su frase “En el espacio hace mucho frío” no termina de justificar semejante elección. Un look que sigue generando memes décadas después.
Glee
Sue Sylvester, la estricta entrenadora, vive prácticamente dentro de un chándal. Su punto culminante: un vestido hecho del mismo tejido deportivo. Una elección tan absurda como inolvidable.
Clueless (Alicia Silverstone)
Esta comedia juvenil dejó looks icónicos, como el traje escolar amarillo de Cher. No obstante, no todo fue inspiración fashionista: el armario de Dionne incluye una colección de sombreros que muchos espectadores desearían borrar de la memoria.
¿Y tú?
¿Qué vestuarios cinematográficos te desconciertan o te provocan ganas de preguntar: “¿En serio?”
