La gran estrella del cine italiano, símbolo de todo un país, sigue siendo un icono insuperable gracias a su elegancia, glamour y talento inigualable.
Sofía Loren, la eterna diva del cine italiano y referente universal del séptimo arte, cumple 91 años. Emblema de la elegancia, el carácter y la sofisticación, la última gran figura del Hollywood dorado no solo marcó una época en la gran pantalla, sino también en el mundo de la moda, transformando los cánones de belleza y feminidad de las décadas de los 50 y 60.
Sofía Constanza Brigida Villani Scicolone —su nombre completo— nació en Roma en 1934, en los difíciles años de la Segunda Guerra Mundial. Ni la escasez ni las adversidades detuvieron su determinación. Tras mudarse con su madre a un pequeño pueblo de la región de Nápoles, comenzó a dar sus primeros pasos en el cine con un pequeño papel de extra en Quo vadis?. Su verdadero salto llegó en 1953 con Aida, cinta que marcó el inicio de una carrera imparable.
Con su carisma magnético y su belleza desbordante, la italiana conquistó tanto a su país como a Hollywood, donde alcanzó la consagración en los años 60. Musa de grandes cineastas y de diseñadores legendarios, Loren ganó su primer Oscar por Dos mujeres, y en 1991 recibió el segundo, honorífico, en reconocimiento a toda su trayectoria.
Brilló en títulos como El Cid, Ayer, hoy y mañana y Matrimonio a la italiana, demostrando una versatilidad única para moverse entre el drama, la comedia y la epopeya. Su magnetismo traspasó fronteras y generaciones.
Una vida personal marcada por el amor y la familia
En el ámbito personal, Sofía Loren vivió una historia de amor tan intensa como duradera junto al productor Carlo Ponti. Antes de convertirse en una leyenda, fue él quien vio en la joven actriz un talento desbordante y un potencial inmenso.
Su relación fue polémica: se llevaban 22 años de diferencia y Ponti estaba casado, pero juntos superaron todos los obstáculos. Se casaron en 1957 en una ceremonia íntima en México y permanecieron unidos hasta la muerte del productor en 2007.
Tuvieron dos hijos: Carlo Jr., reconocido director de orquesta, y Edoardo, cineasta que ha dirigido a su madre en varias ocasiones. Para Loren, sus mayores premios no son los Oscars, sino su familia.
Actualmente reside en Ginebra, Suiza, donde lleva una vida tranquila y discreta, lejos del ruido mediático, pero siempre arropada por sus hijos y sus cuatro nietos, y por el cariño incondicional del público.
