Su relación comenzó en 2019, aunque no fue hasta meses después cuando decidieron hacerla pública. Desde entonces, Ana Soria y Enrique Ponce han demostrado que su amor no solo ha resistido el paso del tiempo, sino también las críticas y el escrutinio mediático.

Desde aquel verano de 2020, cuando confirmaron su romance, el torero y la joven almeriense se convirtieron en una de las parejas más comentadas del panorama nacional. Lo que en su momento pareció una historia inesperada ha acabado por consolidarse como una relación estable y duradera, basada en la confianza, la complicidad y el apoyo mutuo.

A pesar de la diferencia de edad —51 años él y 27 ella—, ambos han sabido construir un vínculo sólido, compartiendo escapadas románticas, paseos junto al mar y momentos familiares que Ana suele inmortalizar en sus redes sociales.

Un amor que se fortalece con el tiempo
Lejos de debilitarse por las críticas iniciales, la pareja ha afianzado su unión con el paso de los años. Hoy disfrutan de una vida tranquila, alejada de los focos, centrados en sus respectivos proyectos personales.
Enrique Ponce, retirado de los ruedos, atraviesa una etapa serena, mientras Ana Soria continúa su formación académica con un máster tras licenciarse en Derecho. Juntos han encontrado el equilibrio perfecto entre la exposición pública y la intimidad que desean preservar.

El pasado 3 de agosto, Ana celebró su 27 cumpleaños y compartió con sus seguidores un detalle muy especial: un ramo de rosas rojas que le regaló Enrique. Junto a la imagen, escribió un mensaje que no deja lugar a dudas sobre su felicidad:
“Mi regalo eres tú. Te quiero a morir ❤️”
Una frase sencilla pero cargada de sentimiento, que refleja que su amor sigue tan vivo como el primer día.

Cuando Ana habló de Enrique con sus padres
Ana Soria recordó en una ocasión el momento más importante de su relación: el día en que confesó a sus padres que estaba enamorada de Enrique Ponce. Según ha contado, fue un instante cargado de emoción y sinceridad.
Aunque sus progenitores necesitaron un tiempo para asimilar la noticia, pronto comprendieron los sentimientos de su hija. El encuentro definitivo tuvo lugar en Nimes, durante un evento familiar en el que el torero conoció a los Soria por primera vez.
Desde entonces, la relación entre Enrique y la familia de Ana ha sido cercana y afectuosa. “Mis padres y Enrique forman un equipo”, ha llegado a decir la joven, una frase que resume perfectamente el ambiente de cariño y complicidad que rodea a la pareja.

Seis años de amor que siguen despertando interés
Lo que empezó como una historia de amor inesperada se ha convertido en una de las relaciones más sólidas del panorama mediático español. Seis años después de su inicio, y cinco desde que decidieron compartirlo con el público, Ana Soria y Enrique Ponce continúan conquistando titulares —y corazones— con una historia que demuestra que la diferencia de edad no es un obstáculo cuando el amor y el respeto son los cimientos.
