
La hija de Antonio Banderas ha apostado por un enlace con claro sello español y una lista de invitados multitudinaria
Este sábado, la Abadía de Retuerta —monasterio del siglo XII convertido en hotel y bodega de lujo, en la localidad vallisoletana de Sardón del Duero— se convirtió en el escenario de una de las bodas más esperadas del año: la de Stella del Carmen, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, y Alex Gruszynski.

Veintinueve años después, el actor malagueño, que siempre inculcó a Stella el amor por sus raíces, vive otro de los grandes hitos de su vida como padre de la novia y padrino de la “niña de sus ojos”. Un “sí, quiero” que reunió en España a un nutrido elenco de estrellas: desde Antonio y Melanie, hasta la abuela materna de Stella, la legendaria Tippi Hedren, y su hermana, la actriz Dakota Johnson. “Muchos de nuestros familiares y amigos van a visitar España por primera vez y estoy segura de que se enamorarán de su magia tanto como yo”, confesaba Stella en una entrevista exclusiva reciente.


La ceremonia, íntima y privada, estuvo cargada de emoción. La novia llegó al altar del brazo de su padre, mientras que a Melanie la acompañaron Jesse Johnson y Alexander Bauer: el primero es hermanastro de Dakota —hijo de Don Johnson y Patti D’Arbanville— y el segundo, hijo de Melanie durante su relación con Stephen Bauer. Otra presencia destacada fue la de Adaline Gruszynski, cuñada de Stella, con quien mantiene una relación muy natural y cercana: no solo asistió a su despedida de soltera, también ha compartido con ella momentos señalados como la Semana Santa malagueña, a la que la hija de Banderas ha acudido en varias ocasiones junto a su ya marido.

La ceremonia fue oficiada por Blake Lee y Stella llegó al altar con una banda sonora muy especial: una pieza compuesta por su tío abuelo que nunca se había interpretado. La música corrió a cargo de los guitarristas del Teatro del Soho, el proyecto personal y artístico de Antonio en su Málaga natal. Tras el intercambio de votos, el tema elegido para sellar su amor fue Here, There and Everywhere, de The Beatles. La ambientación tuvo un marcado guiño español: entre lo romántico y lo palaciego, el monasterio se llenó de velas, reforzando la intimidad y la calidez que deseaba la pareja.

Aunque divorciados desde hace diez años, Antonio y Melanie han demostrado mantener una relación de afecto y respeto que, en los últimos tiempos, se hace especialmente visible. Ambos se volcaron en los preparativos, cuidando cada detalle para que Stella contara con todo el apoyo necesario. El resultado: una boda de cuento con la que la familia Banderas-Griffith reafirma su compromiso, amor y pasión por la cultura y el estilo de vida españoles.

Toda una vida juntos
La historia de amor de los recién casados parece salida de un guion de Hollywood —o, al menos, de esas comedias románticas que nos hacen sonreír—. Stella y Alex se conocieron antes siquiera de empezar el colegio. Su primer encuentro fue en preescolar, en la Wagon Wheel School, la misma escuela infantil a la que volvieron para sellar su compromiso.

De niños se hicieron amigos al instante y siempre hubo química. En 2015, con 19 años, decidieron dar el siguiente paso y comenzar una relación. Como sugiere Taylor Swift en una de las canciones de su último disco, Ruin the Friendship, a veces merece la pena arriesgar una amistad para descubrir un gran romance. Las familias acogieron la noticia con entusiasmo, pero su historia atravesó un bache.

La pareja puso fin a su noviazgo en 2019. Stella siguió su camino y salió con Eli Meyer —hijo del propietario de la agencia que representa a artistas como Tom Cruise o Meryl Streep— hasta 2022. Cuando parecía que todo había quedado atrás, Stella y Alex se dieron una segunda oportunidad, impulsados por el cariño acumulado tras tantos años compartiendo vida y confidencias. Hoy, han puesto el broche de oro con una preciosa ceremonia que confirma que lo suyo estaba destinado a suceder.

Alex, de ascendencia polaca, estudió Administración y Dirección de Empresas en la Wake Forest University (Carolina del Norte) y se especializó en Iniciativa Empresarial en la Marshall School of Business. Apasionado del cine, se siente muy próximo a sus ‘suegros’. De espíritu emprendedor, fundó su propia empresa, Nova, cuya misión es conectar a profesionales de la industria cinematográfica. Por su parte, Stella del Carmen se formó en Estudios Narrativos en la Universidad del Sur de California. Antonio Banderas contó hace unos años que la veía más inclinada a la dirección y al guion que a la interpretación.
