La actriz se convirtió en la gran protagonista de la noche por sus palabras sobre su ex y por los continuos desafíos dentro del concurso
La última gala de Bailando con las estrellas fue una auténtica montaña rusa emocional, tanto dentro como fuera del plató. La actriz y modelo Blanca Romero, que ya venía de una semana marcada por la polémica, acaparó todos los focos al hablar con total honestidad sobre el reciente accidente de tráfico de su exmarido, Cayetano Rivera. Un suceso que, además, está a punto de abrir un nuevo frente judicial del que ya se conocen los principales detalles.
La semana anterior ya había sido especialmente intensa para Blanca: por un lado, la sorprendió la noticia del percance automovilístico del torero y, por otro, ella misma se vio envuelta en controversias por su continuidad en el talent show. De hecho, reveló con ironía que había decidido abandonar el grupo de WhatsApp de los concursantes: “Me he ido porque así creo que doy más chisme… Odiadme más”. Y remató con contundencia: “No soy nada bienqueda y son muy pesados. No estoy para estar en cualquier grupo y punto. No quiero grupos”.
“Me gusta más esta versión macarra de Caye”
El momento más esperado llegó cuando Blanca tuvo que pronunciarse sobre el aparatoso accidente de tráfico que sufrió Cayetano Rivera el pasado fin de semana, al estrellarse contra una palmera cerca de su domicilio. Tras varios días de titulares, la intérprete afrontó el tema tirando de su característica ironía. Sobre el estado de su ex, se limitó a asegurar: “Bien, todo bien”. Y luego bromeó sobre el incidente: “Menos mal que no fue un roble, que están protegidos, las palmeras también, pero no tanto”.
Respecto a si había hablado con el diestro, Blanca aclaró que no: su hija, Lucía Rivera, ha sido quien se ha mantenido en contacto con él. “No he tenido el placer, mi hija sí, claro. Yo no le pregunto porque no soy nada cotilla. No me importa, hasta luego”, explicó. Finalmente, cerró el tema con una frase cargada de humor: “A mí me mola más esta versión de Caye, esta versión macarra”.
El juicio de Cayetano Rivera
Mientras Blanca Romero brilla en el programa, su exmarido se enfrenta a un proceso judicial. El próximo lunes 17 de noviembre se celebrará, en el Juzgado de Instrucción número 4 de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), una vista oral contra el torero. Se le acusa de un delito por negarse a someterse a la prueba de alcoholemia tras el accidente, en el que causó daños en una rotonda municipal.
Según fuentes de la investigación, la pena prevista para este tipo de delito iría de seis meses a un año de prisión, además de la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años. La Policía Local sostiene que tuvo que desplazarse hasta su domicilio para requerirle las pruebas, ya que el torero habría abandonado el lugar tras la colisión. Su abogado, Joaquín Moeckel, ha admitido que Cayetano se enfrenta también a un procedimiento por daño patrimonial debido a los desperfectos ocasionados en la rotonda y en sus árboles.
El drama con Manu Tenorio
De vuelta al plató, Blanca Romero, que se jugó la permanencia frente a Manu Tenorio, respondió con firmeza a las críticas del jurado, especialmente a las de Gorka Márquez, que ponía en duda su esfuerzo. “Tengo 50 años, soy la más mayor, doble baile semanal. Estoy feliz, pero por tercera vez nominada, el cuerpo se resiente”, se quejó la modelo. Y sentenció: “Has sido injusto diciendo que no había trabajo; llevo trabajando como un soldado desde la primera gala. No es desgana, es cansancio también”.
Sobre el hecho de no ser señalada como favorita por sus compañeros, la actriz confesó que ese supuesto “odio” la había empoderado: “Me he sentido hasta importante. Yo, que era una madre invisible, de repente sentirme odiada otra vez… Ese odio que sentí me empoderó y me ha dado una fuerza maravillosa. Este miedo de mis compañeros, de querer sacarme rápido del programa, yo creo que es porque temen que llegue a la final”. Finalmente, Blanca salió vencedora del duelo y se convirtió en semifinalista.
La cruz de la noche fue para Manu Tenorio. El cantante, que ya había sido eliminado y luego repescado, luchó hasta el último momento pese a una lesión en el tobillo que había mostrado en redes. Con una actitud positiva, escribió: “La mala suerte no la considero: simplemente no entra en mis planes… Y en situaciones como esta he desarrollado una voz —una que antes no tenía— que me dice: ‘Yuuu, qué emocionante, por fin se pone la cosa interesante. Vamos a ver cómo resolvemos esto y a apretar, apretar y apretar’”.
“Ahí está la esencia de la vida y de todo (creo yo… que básicamente no tengo ni idea de nada en general). Tu cerebro siempre va a tender a empujarte hacia la supervivencia. Lo más natural es que te susurre: ‘Cuídate… apártate… abandona… déjalo’. Pero no. Conmigo va a ser que por ahí no. Conmigo vas a tener que bailar… ¡y encima vas a disfrutar! Eso se lo tengo que decir a mi propio cerebro”, continuaba. A pesar de su esfuerzo y su determinación, Manu fue finalmente el expulsado de la noche y se despidió con un mensaje de agradecimiento: “Estoy muy agradecido por haberme dado esta oportunidad”.
El reencuentro más esperado
La gala también dejó un momento muy comentado: la visita de Jessica Bueno como invitada estelar para demostrar sus habilidades en la pista de baile, lo que propició un reencuentro con Anabel Pantoja. La ex de Kiko Rivera y su prima volvían a coincidir después de una amistad con altibajos que, con el tiempo, han logrado reconducir.
Las semifinalistas —Blanca Romero, Anabel Pantoja, Tania Medina, Jorge González, Nerea Rodríguez y Nona Sobo— continúan en la lucha por tomar el relevo de María Isabel como ganadora del talent.
