Nick, detenido como principal sospechoso, protagonizó una fuerte discusión con el cineasta en una fiesta organizada por el presentador Conan O’Brien
Con el paso de las horas, la investigación continúa sacando a la luz nuevos detalles sobre el que ya se considera el crimen más escalofriante de Hollywood. El director Rob Reiner, responsable de películas como Algunos hombres buenos, La princesa prometida o Cuando Harry conoció a Sally, y su esposa, Michelle Singer, fueron encontrados muertos en su casa de Brentwood, en Los Ángeles, el pasado 14 de diciembre, con heridas de arma blanca. Apenas unas horas después de lo ocurrido, el hijo mediano del matrimonio, Nick, de 32 años, fue detenido como principal sospechoso, y dos días más tarde sigue sin derecho a fianza en la cárcel Twin Towers de Los Ángeles.
El hijo del cineasta, que ya se había pronunciado públicamente sobre su historial de problemas de salud mental y abuso de sustancias, deberá comparecer hoy ante el tribunal, según fuentes consultadas por la revista People. Nick Reiner no se encontraba en la vivienda de sus padres, Rob y Michele Reiner, cuando se hallaron los cuerpos sin vida en el interior, alrededor de las 03:40 p.m. del pasado domingo. De acuerdo con información recogida por ABC News, la policía localizó al joven cerca del campus de la Universidad del Sur de California y lo arrestó bajo sospecha de asesinato sobre las 9:15 p.m. del domingo.
La noche antes del crimen
La víspera del crimen, Rob y Michelle acudieron con su hijo Nick a una fiesta navideña organizada por el presentador Conan O’Brien. Allí, Nick y Rob protagonizaron una “gran pelea”, según relataron a People varios testigos presentes en el evento. “Nick estaba asustando a todo el mundo, actuando como un loco; no paraba de preguntar a la gente si eran famosos”, afirmó una de las fuentes. Según TMZ, Rob y Michele se marcharon de la fiesta poco después de la acalorada discusión.
Menos de 24 horas más tarde, la pareja fue hallada muerta en su domicilio de Los Ángeles. Fuentes indicaron que los cuerpos del cineasta, de 78 años, y de su esposa, de 68, fueron encontrados por su hija Romy. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles y los servicios de emergencia acudieron a la residencia de los Reiner alrededor de las 03:40 p.m., pero no pudieron hacer nada para salvarles la vida.
Rob y Michele se conocieron mientras él dirigía Cuando Harry conoció a Sally y se casaron en 1989. Tuvieron tres hijos: Jake, de 34 años; Nick, de 32 (principal sospechoso); y Romy, de 28, quien descubrió los cuerpos de sus padres. Antes de su relación con Michele, Rob Reiner estuvo casado con Penny Marshall entre 1971 y 1981. Durante ese matrimonio, Rob adoptó a Tracy —hija de la anterior relación de Marshall con Michael Henry—, que actualmente tiene 61 años, y le dio sus apellidos.
Las adicciones de su hijo
El hijo mediano de la pareja ya había hablado en el pasado con franqueza sobre su lucha contra las adicciones desde la adolescencia. En 2016, Nick contó a People que entre los 15 y los 19 años entró y salió de rehabilitación de forma recurrente. Conforme su adicción fue aumentando, explicó que se distanciaba cada vez más de su hogar y, al negarse a permanecer en centros, pasó largos periodos sin hogar en Maine, Nueva Jersey y Texas, llegando a dormir noches —e incluso semanas— en la calle o en albergues. Él mismo describió esa etapa como extremadamente peligrosa: llegó a pensar que podría haber muerto y que sobrevivir fue, en parte, cuestión de suerte.
Sin embargo, en 2015 se produjo un acercamiento entre padre e hijo. Rob Reiner dirigió la película Being Charlie, inspirada en parte en la juventud de Nick. El guion lo escribió el propio Nick Reiner, con la ayuda de Matt Elisofon, un amigo que conoció durante su proceso de rehabilitación. El vínculo entre ambos se reforzó durante la producción. En declaraciones a AOL Build Series, Reiner afirmó que “fue un año intenso y difícil por momentos”, pero también “la experiencia creativa más gratificante que tuve”, aseguró.
El director llegó a lamentar no haber atendido las advertencias de su hijo sobre los programas de rehabilitación mientras luchaba contra la adicción. En una entrevista por la promoción de la película con Los Angeles Times, declaró: “Cuando Nick nos decía que la rehabilitación no le estaba funcionando, no le escuchamos. Estábamos desesperados y, como esas personas tenían diplomas en la pared, decidimos escucharles a ellos en lugar de a nuestro propio hijo”. Michele Singer Reiner, esposa de Rob y madre de Nick, añadió entonces: “Nos dejábamos influenciar por esas personas. Nos decían que nos mentía, que quería manipularnos. Les creímos”.
