Los miembros de la monarquía británica se reunieron la víspera en la tradicional cena navideña. Kate Middleton y el príncipe William llevaron a la recepción a sus hijos y a su hija.
El rey Carlos III recibió la víspera a numerosos miembros de su familia en la principal residencia londinense. De forma tradicional, organiza una cena para sus parientes antes de partir hacia la finca de Sandringham, en Norfolk, para las vacaciones de Navidad. Kate Middleton y el príncipe William llevaron a la recepción a George, de 12 años, a Charlotte, de 10, y a Louis, de 7. La familia estuvo acompañada por su inseparable niñera, Maria Teresa Turrion Borrallo, que lleva más de diez años al servicio de la pareja.
Kate eligió para el evento un vestido de seda rojo con estampado blanco y un cuello con lazada tipo corbata. En cuanto a joyas, la princesa de Gales lució unos pendientes colgantes de Van Cleef and Arpels. Llevó un maquillaje discreto con énfasis en los ojos y un brillo nude para los labios. Los mechones superiores del cabello fueron recogidos para despejar el rostro y el peinado se adornó con un lazo de terciopelo. A la princesa Charlotte, por cierto, le hicieron un peinado similar con una cinta roja. Ella apareció con un abrigo en tono burdeos.
El príncipe William conducía él mismo el todoterreno. Eligió un atuendo clásico compuesto por una camisa blanca con corbata y un traje oscuro. Un estilo formal similar prefirió también el príncipe George. En cambio, el miembro más joven de la familia se puso una camisa azul sin corbata. El príncipe Louis, como siempre, terminó siendo el protagonista de memes por sus divertidas muecas.
A la recepción en el Palacio de Buckingham llegaron también el príncipe Edward con su esposa Sophie, duquesa de Edimburgo. A la pareja se unió su hija, lady Louise Windsor. Después llegaron la princesa Anne con su marido Timothy Laurence, el duque de Kent, lady Sarah Chatto y otros miembros de la familia real.
Carlos III invitó a la recepción también a las hijas de su hermano menor caído en desgracia, Andrew, y de Sarah Ferguson. El rey decidió que sus sobrinas no debían sufrir por las acciones de su padre y les mantuvo los títulos. La princesa Beatrice conducía el automóvil y, junto a ella, en el asiento del copiloto, iba la princesa Eugenie. Las hermanas sonreían, a pesar de los acontecimientos dramáticos en la vida de su padre, informa Daily Mail.
Al ex príncipe Andrew, que tras ser despojado de títulos y distinciones es conocido como Andrew Mountbatten-Windsor, no lo invitaron a la cena. El hijo de la fallecida Isabel II continúa recogiendo los pedazos de su reputación debido a su amistad con el pedófilo condenado Jeffrey Epstein. A un Andrew sombrío lo vieron durante un paseo a caballo bajo la lluvia en el parque de Windsor, en las afueras de la capital británica.
Justo la víspera le retiraron su último título militar. Al hombre de 65 años ya no se le permitirá llamarse vicealmirante: fue degradado al rango de comandante tras una reunión del Ministerio de Defensa. El jefe del departamento, John Healey, declaró que esto ocurrió por recomendación de Carlos. A Andrew se le permite conservar las medallas obtenidas por su servicio como piloto de helicóptero militar. Además, al ex príncipe lo desalojan de su residencia en Windsor. El rey le proporcionó un modesto cottage en la finca de Sandringham.
