La princesa de Hannover celebra las fiestas en su ciudad natal junto a su familia y lo hace con un conjunto vibrante de firma latinoamericana
Hay Navidades que son mucho más que una simple fecha en el calendario. Para Sassa de Osma, estas lo son. La princesa de Hannover y empresaria ha regresado a Lima, la ciudad donde nació, para celebrar las fiestas con su familia y sus hijos, y lo ha hecho dejando claro el componente emocional de este regreso a los escenarios de su infancia. Las imágenes que ha compartido en su perfil de Instagram muestran cenas, antiguas iglesias de piedra y árboles de Navidad decorados al detalle. Para una de estas ocasiones ha apostado por un look lleno de color, profundamente latino, que confirma que los tonos vitamina no entienden de estaciones ni de hemisferios.
Un conjunto que desafía el invierno desde el verano peruano
Lejos de los tonos neutros que suelen dominar estas fechas en Europa, Sassa de Osma ha elegido un conjunto vibrante firmado por la diseñadora colombiana Silvia Tcherassi, una elección que conecta de lleno con el espíritu del lugar. El estilismo está formado por una camisa sastre verde lima y una falda midi de tubo, dos piezas de corte clásico que, una vez puestas, adquieren un aire relajado y contemporáneo. Es uno de esos conjuntos versátiles que funcionan tanto para una comida en familia como para una cena especial, y que podrían pasearse con la misma naturalidad por las calles de Lisboa o de Cartagena de Indias.
El color es el primer impacto: un verde luminoso, casi cítrico, que inevitablemente remite a Lima —por el nombre y por carácter— y que funciona como guiño evidente a sus raíces. Pero no es solo cuestión de tono: el interés del look está en los detalles, en cómo el estampado y los bordados elevan unas siluetas aparentemente sencillas.
La camisa Shao: sastrería relajada y bordado con intención
La blusa escogida es el modelo Shao de Silvia Tcherassi. Confeccionada en algodón italiano, juega con diferentes gamas de verde en forma de rayas: más suaves en el cuerpo y más intensas en cuello y puños, creando un contraste sutil que aporta estructura visual. El diseño mantiene un patrón clásico —cuello camisero, cierre frontal de botones y mangas largas con puños abotonados—, pero lo que realmente la distingue es el gran appliqué floral bordado en el lado izquierdo, con motivos en azul y amarillo.
Este detalle rompe cualquier rigidez y añade un matiz artesanal que enlaza con la tradición textil latinoamericana sin caer en lo folclórico.
La falda Shadia: color, textura y estampados
La parte inferior del estilismo la firma también Silvia Tcherassi con la falda midi Shadia de talle alto. Se trata de una falda lápiz, de tiro alto y largo a media pierna, confeccionada en tejido italiano, que combina un delicado estampado de cuadros multicolor con apliques florales en relieve repartidos por toda la prenda. El resultado es una pieza rica en textura y matices, que equilibra color y sofisticación sin llegar a resultar excesiva.
La falda se cierra con cremallera, lo que aporta una estructura limpia que contrasta con la complejidad visual del tejido.
Cuñas de esparto y el arte de equilibrar un look
Para rebajar la intensidad cromática del conjunto, Sassa de Osma ha recurrido a un básico infalible: unas cuñas de esparto en color crudo. Un calzado cómodo, funcional y elegante, perfecto para looks casual chic sin restarles sofisticación. No es casual que este tipo de zapato sea también uno de los favoritos de la reina Letizia.
Navidad, memoria y raíces
En el carrusel de imágenes que ha compartido, el conjunto convive con escenas cargadas de significado: el altar de una iglesia con vitrales, un gran salón presidido por un árbol de Navidad lleno de adornos y una mesa repleta de dulces tradicionales. Sassa acompaña las fotografías con un mensaje que resume el momento vital que está viviendo: está “pasando los recuerdos de Navidad de mi infancia a mis propios hijos, aquí en mi ciudad natal”.
Para la princesa de Hannover, este ha sido un año importante tanto en lo personal como en lo profesional, y estas Navidades parecen marcar una pausa, un regreso a lo esencial.
