La diseñadora asistió junto a David Beckham y sus hijos al enlace de Holly Ramsay en la abadía de Bath
La boda de Holly Ramsay y el nadador olímpico Adam Peaty, celebrada ayer, 27 de diciembre, en la histórica abadía de Bath, reunió a un reducido y selecto grupo de invitados entre los que no podían faltar los Beckham, grandes amigos de Gordon Ramsay y su familia desde hace años. En una jornada soleada y cargada de expectación mediática, Victoria Beckham confió en un diseño de su propia firma, convertido ya en uno de los looks más comentados del enlace. La diseñadora acudió acompañada por David Beckham y tres de sus hijos —Romeo, Cruz y Harper—, proyectando una imagen de unidad familiar en una boda que, además de romántica, estuvo marcada por cierta tensión debido a la ausencia de algunos familiares de los novios.

Un vestido verde joya que define el estilo Victoria Beckham
Para la ocasión, Victoria Beckham escogió un vestido largo satinado en un tono verde azulado de efecto joya, sofisticado y muy favorecedor, perteneciente a su colección Victoria Beckham. La pieza, cuyo precio ronda las 1.290 libras, destaca por su silueta fluida y milimétricamente estudiada: escote en V profundo, mangas largas, frunces de inspiración griega a la altura de la cintura y una falda ligeramente acampanada que evoca de forma sutil la silueta de una cola de sirena.

El patrón, ajustado pero refinado, realzaba la figura y volvía a confirmar la apuesta de la diseñadora por prendas que aúnen sensualidad y elegancia. El tejido satinado, con un ligero acabado metalizado, aportaba brillo y movimiento, convirtiendo el vestido en una elección perfecta para una boda de invierno con un código formal.

Las gafas de su nueva colección que arrasará en 2026
En cuanto a los complementos, Victoria se decantó por joyas llamativas, pero bien medidas: un brazalete de diamantes, un collar con crucifijo dorado y varios anillos. Remató el estilismo con un clutch en tono ámbar y unas gafas de sol de aire hollywoodiense que añadían un punto de misterio a su entrada en el templo. Este accesorio, que confirma que las gafas maxi seguirán siendo tendencia incluso en looks de invitada, pertenece a su nueva colección de eyewear que, de la mano de Safilo, verá la luz a finales de enero de 2026.


Para combatir el frío de diciembre, no faltó una estola de pelo, un clásico infalible en bodas de invierno. Su melena castaña, suelta y peinada con ondas suaves, junto a un maquillaje natural, terminaron de redondear un look rotundo, elegante y muy reconocible dentro del universo Victoria Beckham.

Harper Beckham, heredera natural del estilo de su madre
Uno de los detalles más comentados del enlace fue la aparición de Harper Beckham, que volvió a demostrar que el estilo forma parte de su ADN. La benjamina del clan acompañó a su madre con un vestido largo negro satinado, aparentemente también de la firma Victoria Beckham, que combinó con una chaqueta corta de pelo, sandalias negras de tiras y un bolso de Bottega Veneta.

No era la primera vez que madre e hija coordinaban sus estilismos: ambas ya habían lucido chaquetas de pelo casi idénticas durante una cena previa en uno de los restaurantes de Gordon Ramsay en Chelsea, reforzando esa imagen de complicidad entre ambas.
Una boda marcada por apoyos… y ausencias
La boda de Holly Ramsay y Adam Peaty no estuvo exenta de polémica familiar, ya que los padres del nadador no acudieron al enlace tras haber sido desinvitados, un gesto que no pasó desapercibido para la prensa británica. Frente a ello, los Beckham quisieron mostrar su apoyo a la familia Ramsay y acudieron en bloque.

David Beckham optó por un abrigo cruzado en tono marrón sobre un esmoquin clásico, mientras que Romeo y Cruz escogieron abrigos de tweed en diferentes tonalidades, manteniendo una línea sobria y elegante.

Sin embargo, hubo una ausencia especialmente llamativa: la de Brooklyn Beckham, que no asistió a la boda y que este año está pasando sus primeras Navidades lejos del núcleo familiar junto a Nicola Peltz.

