Muchos estarán de acuerdo en que Milla Jovovich es una de las actrices más bellas del cine mundial. Ella está segura de que si no fuera por su madre, Galina Loginova, no habría podido llegar a ser tan popular.

La mujer vivió en la URSS y construyó aquí su carrera, y luego se casó con Bogic Jovovich. Se conocieron en el estudio cinematográfico Dovzhenko. Pronto los cónyuges decidieron trasladarse a Estados Unidos.

Allí dieron a luz a Milla. A pesar de que los cónyuges se separaron pronto, la madre dedicó toda su vida a su hija, para que no se sintiera abandonada.


Fue ella quien empezó a llevar a su hija adulta a castings, para que probara suerte. Loginova no dudaba de que Milla triunfaría, porque combinaba una belleza increíble y talento interpretativo.

Y tenía razón: su hija empezó a decorar las páginas de revistas de moda y los argumentos de películas famosas. Directores y diseñadores de moda soñaban con colaborar con Milla.

Pero entonces tuvo que hacer una pausa en su carrera. Decidió dedicar más tiempo a su familia, porque el tiempo corre a velocidad de vértigo. Recordemos que el marido de Milla es director de cine. Tuvo tres hijos muy parecidos a la madre de la estrella.

Las niñas son bellezas irreales: las raíces serbio-ucranianas han hecho su trabajo. Viendo sus fotos, sólo quiero decir una cosa: la belleza se transmite genéticamente por línea materna.
