La creadora ha presentado la nueva colección cápsula de Bleis Madrid con un evento singular en una galería de arte.
Diferenciarse y sorprender es parte esencial del ADN de cualquier diseñador. Esa búsqueda constante de originalidad se refleja no solo en las piezas, sino también en la forma de presentarlas. Algunos sustituyen el desfile tradicional por una película, otros por una performance; Blanca Bleis, en cambio, ha optado por una experiencia inmersiva. Con motivo del décimo aniversario de Bleis Madrid, la diseñadora ha decidido reunir sus principales fuentes de inspiración —“el arte, la música, la tecnología y este Madrid vibrante y cosmopolita que habitamos”, enumera— en un enclave aún desconocido incluso para los entendidos del sector: el nuevo espacio de arte contemporáneo SOLO CVS, situado en plena cuesta de San Vicente.
“Sentía la necesidad de salir del formato clásico y narrar nuestra historia de una forma más expositiva e inmersiva, permitiendo que los asistentes se movieran libremente y contemplaran la colección casi como si fuera una muestra artística”, explica Bleis tras la presentación. La colección, compuesta por 20 looks agrupados en parejas, rememora anteriores propuestas de la firma y se acompaña de textos que detallan su inspiración, su mensaje y su composición —un gesto poco habitual en los desfiles, pero sumamente útil para periodistas y estilistas presentes.
Awakening Legacy: A Decade of Icons, nombre con el que Bleis ha bautizado esta cápsula, ofrece un recorrido visual por la evolución de la firma, responsable de elevar el traje de americana y pantalón al máximo exponente del vestuario femenino, incluido el de la realeza: tanto la princesa Leonor como la reina Letizia han lucido diseños de la marca. Como resumen de estos diez años, la creadora señala: “Hemos transitado hacia una sastrería cada vez más depurada y elevada. Comenzamos con una propuesta audaz y vanguardista que, con el tiempo, evolucionó hacia algo más conceptual y silencioso. Ahora ambos mundos conviven con naturalidad: revisitamos nuestra esencia desde una madurez sartorial que nos permite mantener intacto nuestro sello elegante y sofisticado”.
El vestido-blazer decorado con lentejuelas tubulares que cerró el evento encarna este equilibrio entre innovación y clasicismo, entre espíritu artístico y funcionalidad. “Sintetiza quiénes hemos sido, quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos. Es la materialización de nuestra identidad: una sastrería refinada, elegante y con una actitud siempre vanguardista”, afirma Bleis, quien sostiene que el trabajo de los diseñadores ha recuperado hoy cierto estatus artístico.
“Es un escenario mucho más ecléctico y con carácter propio, donde conviven estilos que trascienden géneros y edades. Honestamente, creo que vivimos uno de los mejores momentos de la moda: vuelve a ser experimental, libre y una poderosa forma de expresión”, asegura. Y quizá por eso eligió mostrar su obra en una galería, rodeada —como en toda celebración— de quienes nunca faltan en un cumpleaños: sus amigas.
