Tras superar un ictus y una delicada operación, el escritor celebra su mejor momento junto al hombre del que se enamoró en 1992 en Santiago de Compostela.
Boris Izaguirre celebra este lunes su 60 cumpleaños, rodeado de amor, gratitud y optimismo. Nacido en Caracas en el seno de una familia de intelectuales, el escritor, guionista y presentador ha encontrado en España no solo el escenario donde desarrollar una carrera brillante, sino también el lugar donde vivir una de las historias de amor más sólidas del panorama artístico: la suya con el interiorista gallego Rubén Nogueira.
“Mi vida ha sido y sigue siendo una auténtica telenovela”, suele decir con humor. Y no le falta razón: un relato de grandes éxitos, pero también de episodios difíciles. Entre ellos, la agresión múltiple que sufrió en su adolescencia en Venezuela, un suceso que marcó su vida y que narró en su novela Tiempo de tormenta. Aquella experiencia lo unió aún más a su madre, la bailarina Belén Lobo, fallecida en 2014.
Un encuentro que cambió su vida
Su trayectoria comenzó muy pronto: con apenas 16 años escribía una columna de crónica social en un periódico venezolano. En 1992, el año que marcaría un antes y un después, llegó a España. No solo encontró nuevas oportunidades profesionales, sino también el amor. En Santiago de Compostela conoció a Rubén Nogueira, el hombre que se convertiría en su compañero de vida.
Pasaron catorce años hasta que la pareja formalizó su unión. El 7 de febrero de 2006 se casaron en una ceremonia íntima en Barcelona, con solo cuatro testigos, entre ellos la periodista Gemma Nierga. Fiel a su espontaneidad, Boris recordó entre risas que tuvo que comprar los zapatos camino del Registro Civil.
Amor y complicidad a prueba del tiempo
Lejos de apagarse, el amor entre Boris y Rubén se ha fortalecido con los años. Durante la pandemia, el escritor confesó a ¡HOLA! que aquellos meses de confinamiento habían supuesto una auténtica reafirmación de su amor:
“Me he vuelto a enamorar de mi marido”, decía emocionado. “Mientras muchas parejas se distanciaban, nosotros permanecimos más unidos que nunca. Una vez más, me parece genial no pertenecer a la mayoría”, bromeó.
Actualmente viven en el barrio de Salamanca, en un piso lleno de color, arte y libros, reflejo de su personalidad creativa. Allí, Rubén ha sido su mejor apoyo y cuidador durante los momentos más delicados de su salud.
La lucha contra la enfermedad
En 2023, Boris sufrió un ictus mientras grababa el programa El Desafío, lo que le obligó a pasar por quirófano. Meses antes ya se había sometido a una endarterectomía carotídea, una intervención para tratar el estrechamiento de las arterias carótidas.
“Lo más duro ha sido haber puesto a Rubén en una situación así. No se lo merece nadie, pero él se ha venido arriba”, confesó con emoción.
Y, fiel a su inconfundible sentido del humor, añadió entre risas:
“Ahora ya ha pasado de marido a santo.”
Un hombre querido y resiliente
A lo largo de su carrera, Boris ha conquistado al público con su talento y su carisma, tanto en televisión —con programas icónicos como Crónicas Marcianas o MasterChef Celebrity— como en la literatura. Su inteligencia, ironía y vitalidad lo han convertido en un personaje imprescindible en la cultura española.
Además, mantiene una estrecha amistad con Isabel Preysler y Tamara Falcó, con quienes ha retomado el contacto tras un periodo de distanciamiento.
“Hablamos mucho por teléfono”, aseguró a ¡HOLA!, “pero también he decidido que ya no hace falta seguir comentando nada de ellas. Nuestra amistad está como siempre”.
Un nuevo comienzo a los 60
A las puertas de una nueva década, Boris Izaguirre vive su mejor etapa: más sereno, más agradecido y más enamorado que nunca. Con Rubén Nogueira a su lado, el hombre que conoció hace más de treinta años en Santiago, el escritor afronta el futuro con la misma mezcla de elegancia, humor y pasión que siempre lo ha caracterizado.
“La vida —ha dicho en más de una ocasión— no deja de ser un gran guion. Y lo importante no es solo escribirlo, sino vivirlo con amor.”
