Actriz, productora e icono de estilo, Sarah Jessica Parker, a sus 59 años, sigue siendo considerada una de las estrellas más elegantes de Hollywood. No ha recurrido a cirugías estéticas, lo que ha generado debate en las redes.

Sarah ha conservado sus rasgos característicos: grandes ojos azules, su inconfundible nariz y su sonrisa. Las arrugas en su rostro se han hecho más visibles con la edad, pero ella no intenta ocultarlas, resaltando así su naturalidad.

Su sello personal siguen siendo los rizos abundantes (ahora, con más frecuencia, castaños oscuros o con ligeras canas), además de su figura esbelta. La actriz suele llevar vestidos ajustados y siluetas clásicas.

En redes sociales, a menudo la critican por su aspecto «demasiado natural» (sin lifting ni filtros), pero Sarah se siente orgullosa de su edad: «Las arrugas son la historia de mi vida».

En 2023, la estrella causó sensación al presentarse en la Met Gala casi sin maquillaje y con mechones grises a la vista.

A sus 59 años, esta famosa sigue siendo un referente de elegancia natural. Ha demostrado que se puede ser estilosa sin perseguir obsesivamente la eterna juventud.


