Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi reaparecen cómplices y con looks coordinados: blazer de falsa solapa y joyas XL

Madre e hija han apostado por el minimalismo con conjuntos negros que destacaron gracias a sus sofisticados complementos.

Carolina de Mónaco reapareció ayer en los Premios Prince Pierre, unos galardones creados por la Fundación Prince Pierre de Mónaco para rendir homenaje y fomentar la creación artística, literaria y musical en memoria de Pierre de Polignac, abuelo paterno de la princesa. La familia Grimaldi mantiene desde siempre un estrecho vínculo con este evento, y en esta ocasión Carolina asistió a uno de los actos previos acompañada de su hija, Carlota Casiraghi.

Horas después tuvo lugar la ceremonia oficial de proclamación de los premios en la Ópera Garnier de Montecarlo, donde se dieron a conocer los galardonados de este año. Buscando que el protagonismo recayera en el evento y no en sus estilismos, madre e hija optaron por el negro absoluto, símbolo de discreción y elegancia.

Carolina, elegancia con un toque de brillo

Apenas unos días después de haberse convertido nuevamente en abuela, la hermana del príncipe Alberto volvió a demostrar su estilo atemporal e impecable. En esta ocasión, eligió un traje negro de chaqueta y pantalón con un original detalle visual: una blazer de efecto óptico, adornada con una hilera de diminutas lentejuelas que simulaban las solapas y se cerraba con un único botón forrado.

El pantalón, de corte acampanado y a juego con la chaqueta, incorporaba también aplicaciones brillantes a lo largo de las costuras laterales, aportando movimiento y un aire moderno al clásico esmoquin negro.

Para completar el look, Carolina eligió joyas llamativas que aportaron un toque contemporáneo: un collar largo con borlas de flecos que caían hasta la cadera y un set de pendientes y broches estilo art déco, engastados con piedras verdes y diamantes. Un equilibrio perfecto entre sobriedad y sofisticación.

Carlota, un eco elegante del estilo materno

Por su parte, Carlota Casiraghi siguió los pasos de su madre con un look monocolor igualmente sobrio, al que añadió su propio toque de juventud y frescura. Lució una falda midi de tiro alto y silueta en línea A, combinada con una camiseta de algodón negra de corte sencillo.

Al igual que Carolina, incorporó un collar de inspiración maximalista, formado por piedras negras de distintos tamaños que llegaban hasta el ombligo, aportando un punto de audacia al conjunto.

El parecido entre ambas fue más allá de la ropa: tanto madre como hija llevaron el cabello suelto, con raya lateral, volumen en la raíz y ondas suaves en las puntas, un peinado que acentuó su elegancia natural.

La principal diferencia entre ambas residió en el calzado: Carolina optó por unos zapatos cerrados con delicados detalles calados, mientras que Carlota prefirió unas sandalias con pulsera al empeine, más ligeras y contemporáneas.

Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi reaparecen cómplices y con looks coordinados: blazer de falsa solapa y joyas XL
Una mujer dejó a su bebé recién nacido en el asiento de un avión de clase preferente y se empeñó en encontrarlo 13 años después