La productora y activista estadounidense era fruto del matrimonio entre el legendario actor y Jacqueline Witte.
El pasado 26 de septiembre se cumplieron 17 años desde el fallecimiento de Paul Newman. La gran estrella del cine nos dejó a los 83 años a causa de un cáncer de pulmón, enfermedad que decidió afrontar con discreción, alejado de los focos, tal como había vivido siempre. Este año el protagonista de The Color of Money habría celebrado su centenario, y su legado sigue más vivo que nunca. Por eso, la muerte de su hija, Susan Kendall Newman —actriz, productora y activista social— ha causado profunda tristeza tanto entre sus allegados como entre los admiradores que aún veneran al actor.

Susan Kendall Newman falleció el pasado 2 de agosto a los 72 años, aunque la familia decidió comunicar la noticia solo recientemente. El anuncio se hizo público a través de un comunicado en The New York Times: “Susan Kendall Newman será recordada por su ingenio y su carácter mordaz, su generosidad y cariño, y su devoción hacia su familia y amigos. La echaremos muchísimo de menos”, expresaron sus seres queridos en el obituario. Aunque no se han revelado muchos más detalles, se sabe que la causa de su muerte estuvo relacionada con complicaciones derivadas de una larga enfermedad.

Hija del mítico Paul Newman y de su primera esposa, Jacqueline Witte, Susan creció rodeada del mundo de la interpretación. Su primera aparición en la gran pantalla fue en 1977 con El castañazo (Slap Shot), protagonizada por su padre. No obstante, su papel más recordado fue en Locos por ellos (I Wanna Hold Your Hand, 1978), dirigida por Robert Zemeckis. También participó en otras producciones como Un día de boda (A Wedding, 1978), de Robert Altman.

Aunque en un inicio se dedicó a la actuación, pronto orientó su carrera hacia la producción. Colaboró en el proyecto televisivo La caja oscura (The Shadow Box, 1980), dirigido por su padre y protagonizado por su madrastra, Joanne Woodward. La obra fue nominada a cuatro premios Emmy, entre ellos el de Mejor Especial Dramático, categoría en la que Susan figuró como productora. Además, recibió una nominación al Grammy al Mejor Álbum Hablado para Niños gracias a una colección de audiolibros familiares de literatura clásica.

Susan era una de los tres hijos que Paul Newman tuvo con Jacqueline Witte: Susan, Stephanie y Allan Scott. Este último falleció en 1978 a los 28 años debido a una sobredosis, una tragedia que marcó profundamente la vida del actor. En una biografía publicada tras su muerte, Newman confesó: “En muchas ocasiones me he arrodillado para pedirle perdón a Scott. Le pido perdón por la parte de mí que pudo haberlo empujado hacia su propia destrucción”. El intérprete llegó a afirmar que “ser una estrella lo complica todo para los hijos”.

Tras divorciarse en 1958, Paul Newman contrajo matrimonio con Joanne Woodward, con quien protagonizó El largo y caluroso verano (1958). De esa unión nacieron tres hijas: Elinor, Melissa y Claire. Después de la muerte de su hermano Scott, Susan comenzó a trabajar en 1980 en la Fundación Scott Newman, creada por su padre, y se especializó en la prevención del consumo de drogas. Dedicó su vida al activismo social, promoviendo la concienciación sobre los riesgos de las adicciones y colaborando con la red de campamentos de verano fundados por su padre en todo Estados Unidos para ayudar a niños en situación desfavorable.