Los padres de Kevin Robert Clark decidieron tenerlo en los años ochenta. Sólo que no esperaban que la gente se quedara tan atónita al descubrir cuánto pesaba este bebé. A menudo los niños no pesan más de cuatro kilos, pero este recién nacido pesaba siete kilos, lo que sorprendió a los padres, aunque no tenían ninguna enfermedad y no se sabe por qué el niño nació tan gordo.
Parecía que con el tiempo perdería peso y no habría más problemas, pero en este sentido los propios padres estaban muy equivocados. Los medios de comunicación se enteraron, tras lo cual se anunció que se trata del bebé más grande que ha nacido en el territorio de los Estados Unidos de América. El niño acaba de nacer, ¡y ya ha conseguido hacerse famoso en todo el país!
Cuando Patricia Clark estaba embarazada, al principio pensó que su bebé pesaba más de lo habitual, pero no se asustó antes de tiempo, porque quizá todo saldría bien. Además, todos los niños de la familia pesaban más de lo habitual, así que ni siquiera valía la pena sorprenderse por el peso de este bebé. Desde que nació el bebé de siete kilos, los padres finalmente lo llevaron a casa, pero no pudieron ponerlo a dormir en la cuna de ninguna manera, ¡porque el bebé simplemente no cabía allí! Desde entonces, los padres se han dado cuenta de que incluso tienen que comprar ropa más grande para su recién nacido, porque no cabe en la más pequeña.
Cuando Kevin celebró su duodécimo cumpleaños, ya parecía demasiado alto, pues todos los niños que le rodeaban eran al menos veinte o incluso treinta centímetros más bajos que él. Ni que decir tiene que ninguno de los padres quería admitir que su hijo era especial. El propio Kevin casi nunca se dio cuenta de que, de alguna manera, destacaba del resto de la gente que le rodeaba hasta que las personas de su entorno empezaron a decírselo ellos mismos.
En cualquier caso, Kevin ya había tenido que comprarse ropa de hombre adulto cuando tenía diez años, y cuando era adolescente, a los de fuera les parecía que ya tenía más de veinte. Y por mucho que Kevin intentara negarlo, nadie quería creerle. Ni siquiera los médicos entendían por qué este chico crecía tan rápido, pero de una cosa estaban seguros: este chico llegaría a medir más de dos metros.
Ya en la edad adulta, este chico quería servir en el ejército de los Estados Unidos, por lo que tiene una excelente preparación física. Además, aprendió a ser policía y actualmente se las arregla para trabajar en la comisaría local, donde vive con su familia. En la actualidad, Kevin tiene prácticamente cuarenta años y pesa más de ciento treinta kilos. Ni que decir tiene que mide más de dos metros, por lo que no tiene problemas para coger comida de las estanterías más altas de los supermercados.
Llama la atención que recientemente Kevin empezó a desarrollar complejos debido a sus rasgos, porque nunca le gustó que la gente le prestara demasiada atención, así como que le señalaran con el dedo por la calle, por lo que en la mayoría de los casos tenía que fingir que no se daba cuenta de que había alguien a su alrededor. Además, durante la entrevista compartió una historia sobre cómo oía bastantes palabras hirientes en su dirección, porque a los niños les gustaba intimidar a los que eran incluso ligeramente diferentes a ellos en apariencia.
A pesar de los muchos problemas vitales a los que tuvo que hacer frente, Kevin se siente feliz últimamente, porque está formando una familia con su amada, que también tiene una estatura muy grande. La pareja aún no tiene hijos, pero hace poco han comprado un perro, porque es el que les da alegría.
Kevin tuvo que enfrentarse regularmente a problemas por su estatura, ya que algunos conocidos y familiares llegaron a aconsejarle que se dedicara al deporte, porque al tener un crecimiento tan alto, podría convertirse en un jugador de baloncesto de éxito. A Kevin le gusta que la gente intente ignorar sus peculiaridades y tome a un hombre alto por un hombre corriente. A veces, las preguntas indiscretas le irritan tanto que Kevin responde a sus agresores: «¡Creo que con tu baja estatura tienes que jugar al minigolf!».