A veces los padres que no han conseguido todo lo que les gustaría en la vida intentan cumplir sus sueños en sus propios hijos. A menudo, en estos casos se priva a los niños del derecho a elegir y no sale nada bueno de ello.
Pero la heroína principal del material de hoy, cuyo nombre es Galina Loginova, consiguió convertir a su hija en una estrella del mundo. Y al fin y al cabo, la propia mujer era una actriz soviética corriente …
Loginova debutó en el cine en la saga soviética «Las sombras desaparecen al mediodía», donde interpretó un papel secundario mientras estudiaba en la VGIK. Pero después empezó a ser reconocida. Y cuando, terminados sus estudios, Galina regresó a Kiev, ya era una actriz bastante conocida.
Fue más tarde cuando se produjo un encuentro fatídico en la vida de Galina. Conoció a Bogdan Jovovich, un médico yugoslavo. La mujer se enamoró y decidió atar su vida a él.
Después de la boda, en 1974, Galina dejó de ser invitada a los rodajes. Y todo por el hecho de que su marido se convirtiera en extranjero. Pero un año después la pareja tuvo una hija, a la que llamaron Milica o simplemente Milla.
Bogdan y Galina decidieron emigrar. Primero vivieron un poco en Londres y luego se trasladaron a Estados Unidos. En esa época, la URSS prohibió la proyección de películas con la participación de Loginova-Jovovich.
Al principio, la familia trabajó en Estados Unidos como servicio doméstico para el famoso director de cine Brian de Palma.
Al mismo tiempo, Galina hizo todo lo posible para que su hija se hiciera famosa. Desde muy joven, Milla asistió a cursos de interpretación, fue a una escuela de modelos, aprendió a bailar y a tocar la guitarra. Galina se convirtió en la agente personal de su hija.
Cabe decir que este control despiadado dio sus frutos. Ya a los 11 años, Milla participó en la primera sesión de fotos, y en 13 — por primera vez protagonizó una película.
Tal vez otra niña habría boicoteado a su madre a causa de semejante control, pero Milla era una excelente estudiante. Y como resultado, ¡se convirtió en una celebridad!
En casi todas sus entrevistas, Milla recuerda el gran papel que desempeñó su madre en la formación de su carrera. ¡Y la chica está agradecida a su mentora!
Galina no lamenta no haber podido realizarse. Pero ahora su hija es feliz, y este es el mérito de la otrora vulgar actriz soviética.
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