Kenny Rogers ha pasado por batallas muy difíciles en su vida. Se ha casado y divorciado varias veces a lo largo de sus años. Es difícil llamarle un hombre fiel, pero siempre se dedicó al 100% a la música. Es por el bien de la creatividad y la musa por lo que se atrevió a diferentes aventuras.
Rogers entiende cuál es el problema. No alcanzó la felicidad conyugal sólo porque su pasión por la música era más fuerte que su amor por las mujeres. El cantante dice que sus ex mujeres no tienen ninguna culpa de que sus matrimonios no funcionaran.
A pesar de que Kenny nunca ha sido un hombre de familia ideal, todo el mundo habla de él como de un interlocutor interesante. Marianne Gordon hablaba con admiración de él incluso después de su divorcio. Eso es decir mucho.
Wanda Miller dio a Rogers el verdadero amor que había estado buscando hasta entonces. Se convirtió en su quinta y última esposa. De esta mujer, Kenny tuvo gemelos. Parecía que su familia se acercaba al ideal. El cantante elogiaba a menudo a su esposa por su comprensión, apoyo y férrea resistencia.
A Rogers le preocupaba no poder criar a sus hijos durante mucho tiempo, porque cuando nacieron tenía 61 años. Sin embargo, Wanda le hizo realmente feliz cuando aceptó quedarse embarazada.
Marianne y Wanda pudieron mantener una relación cordial. La ex esposa apoyaba a Rogers y le enviaba tarjetas de cumpleaños. Se mantuvo en contacto con él hasta su muerte. Ambas mujeres estaban agradecidas a Rogers por hacerlas felices y darles una sensación de amor.
