Habla de las cifras millonarias que se han atribuido a su transformación, valoradas en 200.000 euros
Mucho se está hablando estos días de Josep María Mainat. Y, en esta ocasión, el foco de atención no tiene nada que ver con la condena a cuatro años y medio de prisión impuesta a su exmujer y madre de sus dos hijos menores, Ángela Dobrowolski. Lo que ha desatado ahora la polémica es el espectacular cambio físico del productor, que asegura que quiere “vivir hasta los 120 años con un aspecto joven”. Numerosas voces apuntan a que se habría sometido a un tratamiento hormonal de 200.000 euros, potencialmente peligroso para la salud por incluir testosterona. En medio de todo el revuelo, el que fuera miembro de La Trinca ha decidido hablar para aclarar qué hay de cierto.
Uno de los puntos clave de su metamorfosis ha sido el peso: pesa 40 kilos menos que cuando tenía 50 años. “Era un señor gordo. Pesaba 110 kilos, fumaba dos paquetes al día, no me movía, tenía ataques de gota, de ciática, lumbalgia… Me dije: si a los 50 estás así, vas a tener una vejez muy precaria”, explicó por videollamada en El programa de Ana Rosa. En aquella etapa, además, recuerda que vivía sometido a un nivel altísimo de estrés por la enorme carga de trabajo.
Cuenta que decidió tomárselo en serio y que, durante varios años, estuvo buscando soluciones por todo el mundo y llegó a someterse a algunos tratamientos hormonales que, a día de hoy, ya no sigue. “Lo que funciona mejor es lo de toda la vida: comer bien, moverse, hacer ejercicio, tener una buena vida social… Eso es lo que tendrían que recetar todos los médicos”, afirma el responsable de formatos como Operación Triunfo, Crónicas Marcianas y Tu cara me suena.
Con mucho sentido del humor, insiste en que no sigue ningún “sistema antiaging revolucionario”, aunque reconoce que, además de su cambio de estilo de vida y de hábitos, toma suplementos como vitaminas y un hongo llamado melena de león. Una rutina que, según asegura, está dando resultado, porque “cada año estoy mejor que el anterior en los parámetros de las analíticas” que revisa su endocrino.
Todos sus esfuerzos tienen una misma meta: vivir el máximo tiempo posible en las mejores condiciones de salud. Pero deja claro que no ha invertido las cifras astronómicas que se han publicado para “rejuvenecer”. “Se han inventado que me he gastado 200.000 euros; rejuvenecer no es caro, por mucho que se diga. Lo caro es ponerse una dentadura nueva, pero eso lo es a cualquier edad. Nunca me he gastado ese dinero; no es un capricho de millonario querer ser más joven”, recalca.
Mainat confía en que la ciencia acabe desarrollando un tratamiento capaz de revertir la edad y quiere estar “en perfecto estado” cuando ese momento llegue. Mientras mantiene la disciplina que marca su nueva vida, sigue a pleno rendimiento en el terreno profesional. Él mismo ha adelantado que su nuevo proyecto es un libro de “recetas prácticas para dejar el mundo con estilo”. Su idea es reunir en esas páginas consejos para morir con todo organizado “y sin molestar a los herederos”.
