Myrtle Corbin padecía una enfermedad muy extraña. El caso es que había nacido con cuatro piernas. Sin embargo, tras ver la foto de su hija, muchos se preguntaron por qué había sucedido eso.
Para algunos era una creación de la naturaleza, mientras que otros consideraban que la particularidad de esta mujer era una verdadera monstruosidad. Sin embargo, Myrtle se vio obligada a aceptar este fenómeno y trató de vivir una vida plena. Su diagnóstico fue dipigia. Nació con dos pelvis y cuatro piernas. Sus características anatómicas no le impidieron alcanzar el éxito profesional y convertirse en una mujer querida.

Cuando tenía 13 años, se unió a un espectáculo itinerante. Allí, Myrtle se presentaba al público como una chica de cuatro patas originaria de Texas. Naturalmente, se reunían muchos espectadores, ya que a la gente le gusta lo inusual y lo raro. Gracias a su enfermedad, la joven se convirtió en una auténtica estrella. Era tan popular que otros artistas intentaban parodiarla e inventaban falsas representaciones.

A los 19 años, la artista decidió dejar los escenarios por el amor de un hombre. Se casó con James Clinton Bicknell. Por cierto, corrían rumores de que no solo tenía dos pelvis, sino también dos pares de órganos femeninos. Quizás fuera así, ya que Myrtle pudo dar a luz a cinco hijos sanos y llevaba una vida matrimonial activa.

Todos la describían como una mujer inteligente y elegante, con un oído musical increíble. Se dedicaba a las tareas domésticas y no echaba de menos en absoluto el ajetreado mundo del espectáculo en el que había estado involucrada antes de casarse.
En 1928, la mujer de cuatro patas falleció. Tenía casi 60 años en el momento de su muerte, y la causa fue una infección. Como sus familiares temían que pudieran robar el cuerpo de Merle, se vieron obligados a verter cemento en el ataúd y a vigilar la tumba.

¿Qué te parece esta historia? ¿Crees que las personas con características anatómicas poco comunes pueden llevar una vida plena?