El presentador, de 55 años, se sometió a una remodelación facial durante el verano.

La renovada imagen de Jorge Javier Vázquez ha causado gran impacto entre los espectadores. El presentador de Supervivientes: All Stars dejó boquiabierto al público al aparecer en pantalla con un aspecto muy distinto al que lucía a comienzos del verano. Aunque intentó desviar la atención con su nuevo cabello rubio platino y unas gafas de sol de estilo llamativo, los cambios en su rostro no pasaron desapercibidos.

El influencer Alexsinos, conocido por su humor en redes sociales, no tardó en bromear sobre la transformación del comunicador ante sus miles de seguidores. “Los ingredientes de la receta ‘Jorge Javier’ son: una pizca de George Michael, esencia de José Manuel Parada, tres gramos de Jean Claude Van Damme, Ana María Aldón al gusto y una cucharada de Abraham Mateo”, escribió en Instagram, para luego añadir entre risas: “Jorge, no te nos enfades, que es con el cariño de las hermanas”.

Según adelantó la revista Semana, el presentador se habría sometido a una “remodelación facial” durante el verano, poco después de celebrar su 55 cumpleaños el 25 de julio en Tailandia. “El resultado es impresionante”, aseguraron fuentes cercanas al televisivo a la publicación.
En qué consiste la remodelación facial
Esta técnica estética tiene como objetivo rejuvenecer y armonizar el rostro, y puede incluir procedimientos como lifting facial para tensar la piel, otoplastia para corregir las orejas o rinoplastia para redefinir la nariz. En conjunto, busca combatir los signos del envejecimiento y ofrecer una apariencia más fresca y equilibrada.

Sus anteriores retoques
No es la primera vez que Jorge Javier recurre a la cirugía estética para cuidar su imagen. En 2022 se sometió a unos retoques en el cuello y, un año después, a una blefaroplastia —una intervención que elimina el exceso de piel en los párpados—.
“El doctor me dijo que la grasa que me quitaron de la parte inferior me la inyectaron para cubrir la ojera. La cicatriz en el párpado superior casi no se nota. No me daba miedo, aunque es una cirugía delicada, porque si los ojos te los dejan mal, no hay remedio”, explicó entonces en Lecturas.

Tras aquella operación, reconoció entre risas que “tenía la cara como una luna llena y los ojos como si Rocky me hubiera dado una buena paliza”. Y, lejos de arrepentirse, dejó claro que no sería la última vez que pasara por quirófano:
“A mí me dicen que me haga una operación estética y me da una alegría que ‘pa qué’, porque solo pensar en la anestesia ya me pone de buen humor”.

