Dorothy Stratten, a quien con frecuencia se compara con una Marilyn Monroe moderna, conquistó los corazones de muchos con su deslumbrante belleza y presencia magnética. Nacida en Vancouver en 1960, su camino hacia la fama comenzó de forma inesperada, después de un encuentro casual que la llevó a iniciar su carrera como modelo. Su gracia natural y su impresionante aspecto llamaron rápidamente la atención de la industria, dando inicio a una carrera breve pero muy brillante en Hollywood.

La carrera de Stratten como modelo despegó con rapidez, y las grandes publicaciones se disputaban la oportunidad de mostrar su belleza. A finales de los años setenta dio el salto a la interpretación, consiguiendo papeles que dejaron ver claramente su potencial como estrella emergente.

A pesar de su éxito en la pantalla, la vida personal de Stratten estuvo marcada por las turbulencias. Su matrimonio con Paul Snider, el hombre que la ayudó a iniciar su carrera en el cine, se volvió cada vez más tenso a medida que su fama crecía. Aunque ella seguía entregada a su trabajo, los problemas en su vida privada empezaron a ensombrecer sus logros profesionales y a proyectar una sombra sobre su prometedor futuro.

La vida de Stratten terminó trágicamente el 14 de agosto de 1980, cuando solo tenía 20 años. Su impactante muerte dejó al mundo conmocionado y dio pie a un debate más amplio sobre la presión de la fama y las dificultades personales que a menudo la acompañan.
Su prematuro final puso punto final a una carrera llena de promesas, dejando a fans y colegas de luto por la pérdida de un talento que nunca llegó a desarrollarse por completo.

