La hija de los reyes de Noruega ha perdido un tercio de su fortuna y varios proveedores de su boda aseguran que aún no han cobrado.
Han pasado ya tres años desde que la Casa Real noruega anunció que la princesa Marta Luisa dejaba sus funciones oficiales para centrarse en sus proyectos comerciales y para poder organizar la boda de sus sueños con Durek Verrett, con quien se casó en agosto de 2024 y con quien ha lanzado varios negocios. Sin embargo, con el tiempo parece que esas iniciativas no han resultado tan rentables como se esperaba: la hija de los reyes ha perdido un tercio de su patrimonio en un año y algunos proveedores de su boda afirman que todavía no han recibido el pago.
Ni la venta de los derechos de su boda ni su polémico documental con Netflix parecen haber evitado que la princesa Marta Luisa atraviese un complicado ejercicio financiero. Nuevas cifras fiscales, a las que ha tenido acceso el medio noruego Nettavisen, revelan que su patrimonio se redujo en más de 827.000 euros entre 2023 y 2024. Tras su año récord en 2023, cuando alcanzó una fortuna de 2,63 millones de euros, ahora solo conserva 1,80 millones, es decir, un tercio menos.
Las finanzas de la princesa están muy ligadas a sus iniciativas empresariales, varias de las cuales han sufrido problemas en los últimos 18 meses. Según el citado medio, esto se ha traducido en una caída de sus ingresos del 28%. Si se analizan sus actividades por separado, destaca la marca de ropa HÉST, de la que la princesa es copropietaria, que aumentó su facturación en 2024 hasta los 5,93 millones de euros. Sin embargo, el beneficio se desplomó en ese mismo periodo hasta apenas 38.000 euros. Algo similar ha ocurrido con su empresa hípica, H360 Norway AS, que registró pérdidas de 45.000 euros en 2024 y se consideró deficitaria. En 2025 recibió reclamaciones de pago por más de 22.500 euros. La empresa asociada Hest360 AS también fue disuelta tras acumular pérdidas de 28.800 euros.
Además, siempre según Nettavisen, la princesa mantiene actualmente un préstamo bancario de unos 1,8 millones de euros, que incluye un nuevo crédito de 900.000 euros con hipoteca sobre su casa en Bærum. A esto se suma que varios proveedores de la boda celebrada en Geiranger aseguran no haber cobrado todavía. La prensa noruega habla de unos 90.000 euros que estarían en manos de una agencia de cobro de deudas desde principios de año.
La otra cara de la situación es la que subrayan algunos medios del país: la salida de Marta Luisa de la realeza le ha permitido acceder a nuevas fuentes de ingresos que antes tenía vetadas como princesa. Entre ellas, la comercialización de su boda, la serie documental con Netflix y toda la actividad ligada a las terapias alternativas, un ámbito que empezó a explorar mucho antes de conocer a Durek Verrett. De hecho, ya estaba casada con Ari Behn cuando abrió su primera “escuela de ángeles” en 2007.
