Los padres de acogida consiguieron hacer feliz a la niña

Si un bebé nace con algunos problemas, los padres suelen renunciar a él. Este fue el caso de esta niña. Su madre biológica no tenía fuerzas para aceptar la situación y se limitó a dejarla en el hospital. Pero hubo gente amable que ayudó a la niña.

Le pusieron un nombre muy bonito: Vasilina. Ahora se desarrolla como corresponde a su edad. Sólo una peculiaridad la distingue de otros niños: durante el desarrollo intrauterino no se formó la mano izquierda, y la derecha resultó ser una pequeña excrecencia con dos dedos diminutos.

La madre se dio cuenta de que era incapaz de criar a un niño así y escribió una negativa. No está claro qué habría sido del bebé si no se hubiera conocido accidentalmente fuera de su ciudad. El matrimonio Knutsen no pudo pasar de largo y decidió quedarse con el bebé. En aquel momento ya tenían tres hijos, uno de ellos adoptado.

La familia tuvo dificultades, porque el proceso de adopción es bastante complicado desde el punto de vista legal. No es raro tener que pasar años reuniendo documentos para obtener el permiso de adopción.

El hijo mayor de Knutsen también tiene problemas. Durante los paseos suele ocurrir que los padres le griten algunas palabras no muy agradables. Pero la familia siempre actúa con prudencia y los niños han aprendido a no reaccionar ante esas cosas.

Ahora Vasilina está rodeada de amor y cuidados. Tiene una familia completa y puede aprender el mundo con alegría, desarrollarse y conseguir sus pequeños éxitos.

Ojalá haya más padres como la familia Knutsen, para que todos los niños del mundo sean felices.