La primera dama de Estados Unidos vuelve a coincidir con Kate Middleton en un banquete, seis años después.
Tras aterrizar en el Reino Unido, y hasta el próximo jueves 18 de septiembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania Trump, protagonizan una visita de Estado que los llevará a reunirse con los reyes Carlos III y Camilla, así como con otros miembros destacados de la Casa Real británica, entre ellos los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton.
Precisamente, esta noche, el matrimonio presidencial ha participado en una cena de gala en el castillo de Windsor, una cita muy esperada en la que Melania ha vuelto a acaparar todas las miradas con un look que recuerda al estilo impecable de la reina Letizia.
Vestido color girasol y zapatos españoles
La última vez que Kate Middleton y Melania Trump coincidieron en una velada de este tipo fue en 2019, durante la anterior visita oficial de Donald Trump al Reino Unido. Entonces, la primera dama sorprendió con un elegante vestido blanco con transparencias de Dior, coordinado con el protocolo británico.
Seis años después, Melania ha apostado por un estilo más luminoso y vibrante: un vestido largo de crepé color girasol, con cinturón ancho de seda lila brillante y hebilla cruzada, firmado por Carolina Herrera, casa perteneciente al grupo español Puig y una de las favoritas de doña Letizia. No es casualidad: la firma presentará su colección Primavera/Verano 2026 este jueves 18 de septiembre en la Plaza Mayor de Madrid, bajo la dirección creativa de Wes Gordon.
Para completar el conjunto, Melania optó por unos zapatos de terciopelo color lila claro de Manolo Blahnik, el célebre diseñador canario que también figura entre los preferidos de la reina Letizia. Un guiño estilístico muy español que combinó con pendientes lágrima de piedras aguamarina, aportando el toque final de sofisticación.
Su primer look en tierras británicas
Esta cena de gala en Windsor supone el tercer look de Melania Trump desde su llegada al Reino Unido. En esta segunda visita de Estado al país —tras la de 2019—, la primera dama está consolidando de nuevo su imagen de elegancia internacional.
El primer atuendo que lució fue el que llevó al descender del Air Force One en el aeropuerto de Stansted, Londres, un conjunto idéntico al que había elegido para el vuelo desde Estados Unidos: una gabardina larga hasta los pies de Burberry, firma británica por excelencia, combinada con botas planas de Dior. Un look funcional y refinado, ideal para un viaje de larga distancia.
Un guiño a la tradición británica
En los actos matutinos de bienvenida, celebrados alrededor de las 13:00 horas, Melania volvió a captar la atención de los fotógrafos al lucir un traje de chaqueta gris entallada con falda midi, también de Dior, en un claro homenaje al clásico estilo Bar de la casa francesa.
Combinó el conjunto con zapatos de tacón a juego y un sombrero de lana violeta que enmarcaba su rostro y proyectaba una imagen poderosa y enigmática. Este tipo de accesorio, que ya ha utilizado en diferentes colores, se ha convertido en un sello de identidad en su estilo diplomático.
Melania, el regreso de una primera dama de estilo
Cuatro años después de su salida de la Casa Blanca, Melania Trump vuelve a acaparar titulares como primera dama de Estados Unidos. Su regreso a la escena internacional coincide con la reelección de su marido y con una renovada atención hacia su figura, símbolo de sofisticación y elegancia clásica.
Con esta visita, Melania reafirma su posición como referente global de estilo, capaz de conjugar diplomacia, moda y poder en cada una de sus apariciones. Y, una vez más, lo hace con guiños sutiles a España y a la reina Letizia, demostrando que el lenguaje de la moda también puede ser una forma de diplomacia silenciosa, pero tremendamente efectiva.
