Anna Kournikova volvió a ser el centro de atención después de que la revista española Hola! dijera que está esperando su cuarto hijo con su esposo Enrique Iglesias. La exdeportista dejó el tenis hace tiempo para dedicarse a su familia y, aunque la pareja suele intentar mantener su vida privada en secreto, esta vez los cambios se notaron antes. En agosto, Anna fue fotografiada en Miami con sus hijos: su ropa holgada despertó sospechas. Pronto llegaron las confirmaciones: el embarazo transcurre sin complicaciones y el nacimiento del bebé está previsto para finales de año.

La historia de la relación entre Kournikova e Iglesias se remonta a más de dos décadas. Se conocieron en 2001 durante el rodaje del videoclip Escape, donde un beso del guion se convirtió en un romance. Los escépticos no creían en la duración de la unión, pero la pareja lleva ya veinte años junta. La boda se celebró en secreto y solo después de un tiempo se enteraron incluso sus allegados.

Se convirtieron en padres en 2017: nacieron los gemelos Nicolás y Lucy. La información se dio a conocer solo a posteriori. En 2020, la familia creció con la llegada de su hija Masha, cuyo nombre es una referencia al origen ruso de Anna. Ahora, la pareja espera otro hijo.

Kournikova lleva una vida privada, rara vez aparece en público y casi nunca comparte detalles personales en las redes sociales. Su casa en Miami se ha convertido en el centro de su vida, y las fotos de sus hijos o de su familia aparecen muy raramente y siempre con moderación. Este enfoque distingue a la pareja de la mayoría de las familias públicas.

A pesar de los rumores periódicos sobre rupturas y peleas, la relación sigue siendo estable. Iglesias a veces avivaba los rumores con frases ambiguas, pero el tiempo ha demostrado que eran infundadas. La pareja prefiere ignorar las especulaciones y construir su vida lejos de las cámaras.

Ahora Anna está aproximadamente en el cuarto o quinto mes. Recientemente se la vio con calzado ortopédico, lo que resultó ser consecuencia de una pequeña lesión en el pie. La madre del cantante explicó que no hay peligro para su salud.

El secreto de la solidez de la unión radica en que los cónyuges casi nunca hablan de sus asuntos personales en público. No convierten a la familia en un proyecto mediático, lo que les permite mantener la intimidad y la seguridad.

El esperado nacimiento del cuarto hijo será un acontecimiento importante, pero es poco probable que los fans vean reportajes desde la maternidad o largas entrevistas. Kournikova e Iglesias mantienen invariablemente la distancia, demostrando que la felicidad se puede construir lejos del escenario y del deporte, en la tranquilidad del hogar.

Su historia muestra una de las formas de la maternidad: la alegría multiplicada por el número de voces infantiles. A diferencia de los destinos en los que la maternidad se convierte en una lucha continua, como en las familias rusas, donde los padres crían a niños con graves discapacidades, el ejemplo de Kournikova destaca otra dimensión de este papel. Pero hay algo que une a todas estas historias: la maternidad no tiene guiones universales, siempre requiere fuerza y amor, que se manifiestan de formas muy diferentes.