Revelan detalles desgarradores sobre el rápido deterioro de Diane Keaton antes de su muerte»

La estrella de Annie Hall falleció el 11 de octubre a los 79 años, dejando un vacío irreparable en el cine y en la memoria de toda una generación.

El mundo del espectáculo aún intenta asimilar la pérdida de Diane Keaton, fallecida el pasado 11 de octubre en California a los 79 años. Según reveló la revista People, su muerte fue tan repentina como inesperada, y ahora comienzan a conocerse algunos detalles sobre las últimas semanas de vida de la icónica actriz.

Un amigo cercano a la estrella confesó a la publicación: “Su deterioro fue muy repentino, algo devastador para todos sus seres queridos. Ni siquiera sus amigos de toda la vida sabían realmente lo que estaba pasando”. La fuente explicó que el declive de Keaton se produjo en muy poco tiempo, lo que hizo que su fallecimiento tomara por sorpresa a todo su entorno.

En los últimos meses, la actriz había dejado de salir a pasear con sus perros, una rutina diaria que mantenía desde hacía años. Además, en marzo puso a la venta su casa de Los Ángeles, un gesto que muchos interpretaron después como un signo de su delicado estado de salud. Por el momento, no se han revelado las causas exactas de su muerte, y su familia ha pedido respeto y privacidad.

Una vida marcada por la franqueza y la superación

Aunque la causa de su fallecimiento no ha sido confirmada, Diane Keaton fue siempre muy abierta respecto a los problemas de salud que había enfrentado. En 2015, confesó al Los Angeles Times que había padecido cáncer de piel, una enfermedad que también afectó a varios miembros de su familia. “Es una historia familiar”, explicó entonces. “Recuerdo que mi tía Martha tuvo un cáncer tan grave que le extirparon la nariz. Mi padre y mi hermano también lo padecieron. Por eso siempre digo: hay que usar protector solar”.

En sus memorias Then Again, Keaton reveló que sufrió bulimia en su juventud, una etapa que marcó profundamente su relación con la comida y con su imagen. En una entrevista con HuffPost en 2011, la actriz expresó: “Dije la verdad porque no tengo nada que ocultar. Me siento parte del equipo de todas las personas que han tenido un trastorno alimentario, hombres y mujeres. No estoy sola en esto”.

De Broadway a Hollywood

Antes de conquistar el cine, Diane Keaton comenzó su carrera en el teatro. En los años sesenta participó en la producción original del musical Hair, y poco después fue nominada al Premio Tony por su papel en la obra de Woody Allen Play It Again, Sam (1969). El salto al cine llegó en 1970 con Lovers and Other Strangers, pero su consagración definitiva vino de la mano de Francis Ford Coppola, quien la eligió para interpretar a Kay Adams, la esposa de Michael Corleone, en El padrino (1972).

“Creo que lo más amable que alguien ha hecho por mí fue elegirme para El padrino sin siquiera haber leído el libro”, confesó en 2022. “Simplemente iba de audición en audición. Fue increíble”. La trilogía se convertiría en una de las sagas más icónicas de la historia del cine y catapultó su carrera internacional.

Con Woody Allen, Diane Keaton formó una de las duplas más recordadas del séptimo arte. Juntos rodaron Sleeper (1973), Love and Death (1975) y, sobre todo, Annie Hall (1977), película con la que ganó el Óscar a la Mejor Actriz y que transformó su figura en un referente de estilo, independencia y talento. Aunque muchos especularon que la historia se basaba en su relación con Allen, la propia Keaton matizó al New York Times: “No es cierto, pero tiene algo de verdad”.

Los últimos años

En los últimos tiempos, Keaton había reducido su actividad profesional, aunque seguía apareciendo en proyectos puntuales. Entre ellos, El club del libro (2018) y su secuela Book Club 2 (2023), junto a Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen, sus grandes amigas dentro y fuera de la pantalla.

Tras conocerse su fallecimiento, numerosos compañeros expresaron su tristeza y admiración. Reese Witherspoon, Bette Midler, Steve Martin y Goldie Hawn fueron algunos de los primeros en rendirle homenaje.

Hawn, con quien compartió reparto en El club de las primeras esposas (1996), escribió una carta especialmente conmovedora:

“No estábamos listas para perderte. Nos dejaste un rastro de polvo de hadas, lleno de luz y recuerdos. ¿Cómo se despide una de alguien como tú? Nunca te gustaron los elogios, tan humilde como eras, pero ahora no puedes decirme que me calle, cariño. No hubo, ni habrá, nadie como tú.”

La actriz continuó con un mensaje cargado de ternura:

“Acordamos envejecer juntas, quizá vivir juntas algún día con nuestras amigas. No lo hicimos, pero sí envejecimos juntas. Quizá en otra vida. Brilla con tu polvo de hadas, amiga. Te voy a extrañar muchísimo.”

Amores, independencia y legado

Diane Keaton fue una mujer de convicciones firmes. A pesar de haber mantenido relaciones sentimentales con Woody Allen, Al Pacino y Warren Beatty, nunca se casó. “Soy la única actriz de mi generación que ha sido soltera toda su vida, y estoy feliz por ello”, confesó una vez.

Esa independencia, combinada con su humor, inteligencia y estilo inconfundible, la convirtió en un icono cultural. Diane Keaton fue, y seguirá siendo, un símbolo de autenticidad, una artista que desafió las normas y redefinió lo que significaba ser mujer en Hollywood.

Su partida deja un vacío inmenso, pero su legado —en el cine, en la moda y en la libertad creativa— seguirá inspirando a generaciones futuras.

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