Maria Sharapova es una tenista cuyo nombre se ha convertido en símbolo de fuerza y elegancia tanto dentro como fuera de la pista. Nació el 19 de abril de 1987 en Nyagan, Rusia, y a los siete años se mudó a Estados Unidos para estudiar en la prestigiosa academia de Nick Bollettieri en Florida. Su esfuerzo y talento innato pronto llamaron la atención y, a los 17 años, ganó Wimbledon 2004, derrotando a Serena Williams en la final.

Este éxito le abrió a Sharapova el camino hacia la élite del tenis mundial. Cuenta en su palmarés con cinco títulos de Grand Slam: uno en Wimbledon, uno en el Abierto de Estados Unidos, uno en el Abierto de Australia y dos en el Abierto de Francia.

Sin embargo, Maria no se limitó solo a su carrera deportiva. Se convirtió en una personalidad famosa en la escena internacional, firmando numerosos contratos, dedicándose al mundo de la moda y creando su propia marca de caramelos, Sugarpova. Su extraordinaria inteligencia, su elegancia y su capacidad para comunicarse en varios idiomas la convirtieron en un icono de la cultura mundial.

Sin embargo, la carrera de Sharapova no estuvo exenta de controversias. En 2016, fue suspendida temporalmente de la competición durante 15 meses por dar positivo en un control antidopaje por meldonium. Tras asumir su responsabilidad, regresó al deporte, pero ya no pudo recuperar su forma anterior. En 2020, la tenista anunció oficialmente el fin de su carrera, centrándose en los negocios y su vida personal.

Hoy en día, Sharapova es considerada no solo una gran deportista, sino también una empresaria de éxito y una fuente de inspiración para muchos. Su historia es un ejemplo de valentía, determinación y visión de futuro, que comenzó con el sueño de una niña de la Rusia profunda y la llevó al reconocimiento mundial.