Cuando Elliot Costello visitó un orfanato en Camboya en 2013, su vida cambió de una forma que nunca hubiera imaginado.
Sin embargo, no sabía que ese encuentro también cambiaría la vida de miles de personas…
Todo comenzó en 2013, cuando Elliot Costello, un emprendedor social de Australia, conoció a una niña llamada Tea.
Era una niña de 10 años que, por desgracia, había acabado en un orfanato después de ser rescatada de una situación terrible. Durante dos años había sufrido abusos físicos y sexuales, y esa violencia le había dejado una profunda huella. Por desgracia, sin Elliot nunca habríamos conocido a esta valiente niña.
Pero empecemos por el principio…

Después de su nacimiento, la vida de Tei fue muy buena. La niña camboyana creció como cualquier otro niño, cuidada y querida por su madre, su padre y su abuela. Pero, por desgracia, el destino tenía otros planes para ella. Un día, su padre falleció repentinamente, y su muerte fue devastadora no solo para ella. Además de ser un acontecimiento traumático y emocional, el padre de Teia era el único sustento de la familia. Cuando falleció, la familia se vio sumida en una crisis financiera.
Las cosas fueron tan mal que la madre de Teia ya no pudo cuidar de su hija y tomó la difícil decisión de enviarla a un orfanato. Por desgracia, la vida de la niña allí se convirtió en un auténtico infierno.
Según Polished Man, durante dos años, el director del orfanato sometió a Teya a abusos físicos y sexuales a diario.
Finalmente, Tea fue trasladada a otro orfanato en Phnom Penh, gestionado por la empresa Hagar International. Durante una visita al centro, el empresario social australiano Elliot Costello entabló amistad con la niña mientras jugaban al tres en raya. La niña de diez años irradiaba alegría y positividad, a pesar de todo lo que había tenido que pasar.
Tea siempre llevaba esmalte de uñas en sus pequeñas uñas y, un día, le preguntó a Elliot si podía pintarle las uñas. Se sentaron, charlaron y pasaron un rato estupendo juntos.
«Cuando me pintó una de las uñas, le aseguré que siempre la recordaría así y, por lo tanto, también recordaría su sufrimiento», dice Elliot.
¿Sabes cómo empezó Polished Man? Todo comenzó en 2013, cuando nuestro cofundador Elliot Costello ideó…
Publicado por Polished Man el miércoles, 2 de septiembre de 2020
El encuentro con Teya impulsó a Elliot a intentar introducir cambios positivos en la vida de los hombres para que menos niños fueran víctimas de abusos sexuales. También se le ocurrió la idea de iniciar un movimiento en el que los hombres se pintaran las uñas en señal de apoyo.
Pintarse una uña también tiene un significado simbólico: una uña simboliza a uno de cada cinco niños que serán víctimas de abuso sexual. Si se analizan las estadísticas, queda claro que debemos trabajar sin descanso para resolver este problema.
Según datos de la YMCA, casi el 70 % de todos los casos registrados de abuso sexual afectan a niños de 17 años o menos. Es alarmante que una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños sean víctimas de abuso sexual antes de cumplir los 18 años.
Dado que los hombres son responsables del 90 % de este tipo de abusos contra los niños, Elliot cree que son ellos quienes deben impulsar el cambio. Con este fin, muchas celebridades de todo el mundo se han sumado a la moda de pintarse las uñas.

Hoy en día, la organización Polished Man continúa su labor de crear un mundo mejor y más seguro para los niños. Su principal objetivo es prevenir el abuso sexual infantil. Según los representantes de la organización, «ser un Polished Man significa desafiar el comportamiento y el lenguaje violentos, tanto a nivel local como global».
Una de las celebridades que ha adoptado una postura firme es Chris Hemsworth, quien posó para la organización con las uñas pintadas.
«Ser @PolishedMan no solo significa no olvidarse de comprar flores, no olvidarse de gritar cuántas rondas haces y cuánto levantas. Significa decir «no» a la violencia contra los niños», explicó Hemsworth.
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Zac Efron y el famoso surfista Kelly Slater también se han unido a la red social, y esperamos que cada vez más personas expresen públicamente su postura en la lucha contra el abuso infantil.
La campaña comenzó modestamente hace varios años, pero en 2014 atrajo la atención de muchos medios de comunicación importantes.
La organización sigue trabajando duro y ya lleva diez años en marcha. Según Polished Man, se han recaudado 8,7 millones de dólares para apoyar programas de prevención de lesiones y recuperación de mujeres y niños que sufren o han sufrido violencia en Australia y en todo el mundo.
¡Bien hecho, Elliot! Esperamos que los hombres y más famosos se unan a este movimiento.