Basinger destacó por su singularidad y singularidad. Siempre eligió papeles especiales. No buscaba caminos fáciles. Tenía talento, belleza y un encanto especial, energía, que así y atraía hacia sí.


Gracias a estas cualidades, se convirtió en una de las mujeres más deseadas de Hollywood. Los hombres se volvieron locos por ella. Muchas mujeres la consideraban datos externos de referencia. Pero, por desgracia, el tiempo no se detiene y no perdona a nadie. Hay quien acepta los cambios de edad y sigue viviendo tranquilamente, hay quien intenta librar una lucha activa. Algunas tienen mucho éxito, otras son menos afortunadas.


Entre estos últimos se encuentra Basinger. Decidió recurrir a las inyecciones de belleza y pidió ayuda a los cirujanos plásticos. Tras una serie de intervenciones, quedó irreconocible. Los cambios fueron en sentido contrario. Ahora su aspecto no causa admiración, sino espanto, repulsión.

Kim tiene suerte, su figura se ha conservado, pero su rostro deja mucho que desear.