La leyenda del mundo de la música, la cantante estadounidense conocida por el seudónimo «Madonna», hizo feliz a un niño hace 18 años, regalándole el derecho a una vida feliz. Este niño se llama David. Por cierto, la artista tiene seis hijos, dos los dio a luz y cuatro los adoptó, dándoles a luz con el corazón.

La cantante tiene un corazón bondadoso, siempre ha querido regalar a los niños desfavorecidos parte del calor del que se ven privados sin quererlo. Los niños no tienen la culpa de haber nacido de padres desventajados o de vivir en familias pobres y carecer de los medios básicos para subsistir. Madonna ha conseguido que la vida de algunos de estos niños sea más cómoda.


David tuvo la suerte de ser uno de los primeros en entrar en la familia de Madonna. Actualmente, el chico ya ha crecido y vive una vida independiente. Para vivir, eligió Europa, concretamente Portugal.

La cantante confiesa que quiere mucho a su hijo, que no tenía pensado separarse de él y que no quería hacerlo, por lo que decidió comprarse una casa cerca de la suya. Ahora Madonna descansa a menudo en Europa, vive cerca de David, pero sin invadir su espacio personal.

El chico ha crecido siendo una persona polifacética, es guapo, elegante y muy inteligente. Se le da bien jugar al fútbol y, además, le apasiona la música, amor que le inculcó su madre adoptiva. Madonna solía llevar a su hijo a los conciertos, y a veces pasaba más tiempo entre bastidores que en casa con las niñeras.


El chico admite que tiene una relación excelente con su madre adoptiva y le está agradecido por todo lo que ha hecho por él. Además, se lleva muy bien con todos los niños y con la familia adoptiva en general.

Todos los hijos de Madonna ya son mayores, cada uno tiene su propia vida personal, viven en diferentes ciudades y países, pero aún así encuentran tiempo para comunicarse y pasar tiempo juntos.
