Todo el mundo se sorprendió cuando se enteró de que quería recomprar el viejo retrete. Pero el resultado les dejó extasiados

Es un lugar que los londinenses han pasado completamente por alto. El sótano cercano a Hyde Park solía ser un edificio abandonado. Según cuenta la historia, eran los restos de un aseo público que llevaba muchos años en desuso.

Pero hace seis años, el lugar cobró nueva vida. Antes, el sótano estaba lleno de basura. Los animales callejeros vivían allí para esconderse de la lluvia y el frío. De no ser por Laura Clark, nada habría cambiado. Sin embargo, la ambiciosa arquitecta decidió tomar las riendas del proyecto.

Decidió comprar un viejo retrete abandonado. La mujer no se avergonzó de que la habitación estuviera en un estado tan ruinoso. Había basura por todas partes, y las huellas de animales eran un recordatorio de lo que ocurría en el sótano. En definitiva, el espectáculo no era apto para pusilánimes.

Poca gente se atrevería a comprar este espacio, pero Laura estaba dispuesta a correr el riesgo. Sabía que lo conseguiría y que convertiría este montón de basura en una auténtica joya. Está claro que sin ganas y esfuerzo no lo habría conseguido.

El aseo subterráneo lleva fuera de servicio desde los años ochenta. Durante todo ese tiempo ha estado desatendido, y ni siquiera las autoridades locales se han interesado por él. Laura decidió que este sótano podría convertirse en una cafetería o un café.

Sin embargo, pronto cambió de opinión. Tuvo que convertir el sótano en un piso, porque las autoridades locales se oponían a la idea de tener un local público en el solar del antiguo aseo público. Por cierto, Laura no se arrepintió de haber cambiado de decisión en el último momento.

Los amigos de Laura se burlaban de su idea. Nadie creía que pudiera conseguir lo que quería. Pensaban que estaba loca. No sólo eso, sino que les parecía que nadie querría vivir en el lugar donde antes estaba el retrete.

El aseo subterráneo lleva fuera de servicio desde los años ochenta. Durante todo ese tiempo ha estado desatendido, y ni siquiera las autoridades locales se han interesado por él. Laura decidió que este sótano podría convertirse en una cafetería o un café.

Sin embargo, pronto cambió de opinión. Tuvo que convertir el sótano en un piso, porque las autoridades locales se oponían a la idea de tener un local público en el solar del antiguo aseo público. Por cierto, Laura no se arrepintió de haber cambiado de decisión en el último momento.

Los amigos de Laura se burlaban de su idea. Nadie creía que pudiera conseguir lo que quería. Pensaban que estaba loca. No sólo eso, sino que les parecía que nadie querría vivir en el lugar donde antes estaba el retrete.

Sin embargo, la opinión pública no detuvo a la mujer. En lugar de hablar por hablar, se dedicó a poner en práctica su plan. Lo hizo casi todo con sus propias manos.

Laura recurrió a especialistas sólo cuando carecía de conocimientos. Sin embargo, hizo la mayor parte del trabajo ella misma. No quería pedir ayuda a nadie para demostrar sus habilidades. Y lo consiguió.

La arquitecta se gastó unos 5 millones en el proyecto. Esto incluye el alquiler y todos los gastos de amueblar el piso, incluido el papeleo. Para algunas personas es una cantidad enorme de dinero, pero es irreal encontrar un piso de este tamaño en Londres por 5 millones.

En realidad, Laura hizo una inversión muy favorable y se ahorró mucho dinero. Habría tenido que pagar 5 veces más para comprar un piso en un edificio normal con la misma superficie.

La gente que no había visto cómo era la habitación antes de la transformación no podía creer que las fotos fueran verdaderas. La transformación es realmente radical.

La propia Laura está sorprendida por el resultado. Todo ha salido mejor de lo que esperaba. Se alegra de que sus esfuerzos estén justificados.

Si no conoces toda la historia, nunca sabrás que esto solía ser un aseo público abandonado y un refugio para animales callejeros.

El trabajo de Laura es digno de elogio: cuesta creer que haya creado semejante milagro con sus propias manos. La habitación ha cambiado hasta quedar irreconocible.

Sus amigos se han disculpado y ya no juzgan a la mujer. No sólo eso, sino que ahora también sueñan con un piso así.

Laura cree que este es su mejor proyecto de todos sus años de trabajo, así que lo ha añadido a su cartera. Después de esto, la mujer no tendrá ninguna dificultad para encontrar trabajo.

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