Tras 56 días de concurso y un televoto muy ajustado, el público le ha elegido para llevarse el cheque.
Los concursantes de la segunda edición de Supervivientes All Stars sabían perfectamente a qué se enfrentaban cuando aceptaron el reto, ya que todos eran veteranos en esto de participar en el reality. Aun así, la experiencia en Honduras ha sido más dura de lo que imaginaron. Los 56 días que han pasado en los Cayos Cochinos han sido intensos, casi dos meses en los que han vivido situaciones extremas y se han superado a sí mismos soportando unas condiciones meteorológicas muy adversas, pruebas constantes, hambre, convivencia complicada y una gran exigencia mental. Una aventura de la que Rubén Torres se despide por todo lo alto: como ganador.
La gala con la que se ha puesto punto final al concurso más extremo de la televisión ha sido épica y los nervios han ido en aumento a medida que avanzaba, especialmente cuando se ha producido un empate técnico en el televoto. El momento culminante ha llegado segundos antes de las 2 de la madrugada (en Honduras son siete horas menos), cuando Jorge Javier ha pronunciado la frase más esperada de todo el concurso: «Los espectadores de Supervivientes All Stars, con sus votos, han decidido que el ganador sea… Torres». De esta forma se lleva el premio: un cheque de 50.000 euros que ha recibido entre gestos llenos de emoción y sin terminar de creérselo.
Los familiares que han viajado a Honduras también estaban en La Palapa, por eso la primera persona a la que ha abrazado el ganador al escuchar su nombre ha sido su novia, Laura Cantizano, con la que mantiene una relación desde hace algo más de un año. El bombero, que se dio a conocer gracias a su participación en La isla de las tentaciones, no podía dejar de llorar. Su esfuerzo ha tenido recompensa tras una noche en la que ha ganado las dos pruebas finales, de máxima exigencia y con la lluvia complicando todo aún más. Pero, sobre todo, se ha emocionado al sentir el apoyo del público después de dar lo mejor de sí mismo desde que se lanzó del helicóptero en Honduras.
Al mirar atrás, reconoce que «lo mejor que me llevo de esta experiencia es eso, la experiencia: los compañeros y la tormenta». Entre los momentos más divertidos, destaca aquellos en los que han ganado una recompensa grupal y han llegado «a la playa con ese subidón y nos hemos puesto a reír y hacer el tonto». Cuenta que le ha entristecido estar nominado alguna semana y ver a Adara mal, porque en ella ha encontrado un gran apoyo. Torres incluso aceptó raparse el pelo, la barba y las cejas hace una semana en una prueba de recompensa y hoy ha podido ver asombrado el resultado ante el espejo.
Torres, al igual que sus compañeros, no se ha rendido ante nada ni ante nadie, se ha enfrentado a sus límites, a la falta de recursos y a la parte menos amable de la convivencia. Además, ha convertido las dificultades en una oportunidad para mejorar, porque como ya adelantó antes del inicio del concurso: «Vengo dispuesto a darlo todo con tal de ganar». Y así ha sido. Curiosamente, en esta aventura ha vuelto a coincidir con Miri Pérez-Cabrero, que también ha llegado a la final.
Ha sido una final repleta de desafíos y muy distinta a todo lo que habíamos visto hasta ahora. En otras ediciones, los concursantes regresaban a España y realizaban las últimas pruebas en las propias instalaciones de Telecinco, pero en esta ocasión todo se ha desarrollado en los Cayos Cochinos. Hasta el último momento han permanecido en la que ha sido su casa desde septiembre, un escenario muy complicado porque la zona se ha visto afectada por el huracán Melissa, que ha dejado lluvias torrenciales, tormentas eléctricas, mangas marinas… De hecho, la gala ha comenzado con un sol radiante y justo antes de la segunda prueba se ha hecho de noche y ha vuelto la lluvia.
Los concursantes expulsados han conocido el nombre del ganador desde el plató, donde han hecho sus apuestas sobre quién se llevaría el premio y donde han recibido a Adara Molinero, la última eliminada antes de la final. Jorge Javier Vázquez se ha puesto al frente de una noche única en la que las sorpresas, los momentazos y los gestos de compañerismo no han dejado de sucederse. También han estado presentes José Carlos Montoya y Terelu Campos, quienes participaron en la última edición de Supervivientes.
