La madre de Sergei Telesenko no sabía a quién acudir para ayudar a su hijo. Por eso la mujer escribió una carta al programa «Me avergüenzo de mi cuerpo». El caso es que el niño tiene una anomalía en la nariz, que los médicos no detectaron durante el diagnóstico por ecografía.

Los padres no podían permitirse la operación que necesitaba su hijo. Además, se trata de un caso muy raro: una anomalía de este tipo ocurre una vez cada 10 años. Los voluntarios se movilizaron y encontraron a un cirujano que ayudó a Sergei a convertirse en un niño normal. El niño tenía muchas ganas de librarse de las críticas y los reproches en su dirección.

A pesar de todos los riesgos y la larga rehabilitación, Sergei y su madre se alegraron de tener una oportunidad.

Ahora Sergei casi no se diferencia de sus compañeros y tiene muchos amigos. Y al niño también le gusta el fútbol.
