Ideas infalibles, cómodas y elegantes para quienes quieren brillar en una boda de invierno
Cuando llega esta época del año, muchas invitadas se enfrentan al mismo dilema: cómo ir impecables a sus compromisos sin pasar frío. Las bodas de invierno cada vez tienen más seguidores por su encanto especial, pero también obligan a plantear el look de otra manera. “¿Y ahora, qué me pongo?”, se preguntan muchas. La parte buena de esta temporada es que los tejidos se vuelven más ricos, las mangas cobran protagonismo, los tonos se hacen más profundos y sofisticados, y capas, abrigos o estolas dejan de ser un simple extra para convertirse en una pieza clave del estilismo. Como siempre, nos hemos dado una vuelta por Zara, donde hay opciones ideales para estos meses a precios accesibles. Aunque muchas propuestas de invitada se mezclan ya con los looks de fiesta navideños, hemos seleccionado las más adecuadas para bodas de invierno por su corte, acabados, colorido y detalles especiales. ¿Lista para fichar tu próximo look?
Vestido rojo y satinado
El rojo, ligado a la Navidad, a la buena suerte y asociado a momentos icónicos de estilo —como el de Diana de Gales—, es un comodín perfecto para estas fechas. En este vestido, el satén añade un aire festivo, igual que las mangas murciélago, que caen con elegancia gracias al tejido. Los detalles completan el conjunto: cuello perkins con botones forrados en la espalda, el mismo acabado en los puños y un cinturón del mismo material, ajustable y con lazadas. Al ser de manga larga, funciona de maravilla para una boda y también para reutilizarlo en algún evento navideño.
Vestido años 70
Como el anterior, este diseño destaca por el efecto satinado y por la manga larga, aunque aquí se ajusta al puño con lazadas originales que aportan movimiento. El cuerpo ablusonado, el cuello ligeramente subido y los drapeados evocan esos vestidos elegantes al estilo Halston de los años 70. Y el azul, por si fuera poco, suma aún más puntos.
Vestido efecto wrap
Un vestido cruzado tipo wrap siempre es un acierto, y más si en invierno se presenta en marrón chocolate, el auténtico must del año que está a punto de terminar. Este modelo se ciñe a la cintura con una lazada y también tiene acabado satinado. Al ser liso y en un tono más discreto, conviene elevarlo con accesorios potentes: unos pendientes largos quedarán ideales con el escote cruzado, o un bolso de color que aporte contraste.
Vestido de flores para invierno
Quien diga que las flores son sólo para el verano se equivoca. Con una base otoñal como el mostaza, el resultado cambia por completo. Este vestido cruzado, con estampado floral XL, tiene manga japonesa y acabado satinado. Es de los más versátiles de la selección y queda perfecto con abrigo largo y una estola al cuello.
El mono más elegante
Hacemos una excepción con los monos para las más frioleras que prefieren pantalón en bodas de invierno. Este modelo cruzado, en un favorecedor color oliva muy otoñal, es tipo bombacho: una tendencia que ha arrasado esta temporada y que también se traslada a los looks festivos gracias a tejidos especiales, en este caso con un acabado satinado.
Vestido con escote bardot
Los escotes más marcados también tienen su sitio en una boda de invierno, porque la clave está en superponer capas para construir el look. Como base, este diseño sencillo y discreto con escote bardot es una opción ideal. El marrón chocolate vuelve a funcionar como comodín, y el cuerpo drapeado se remata con otro detalle que regresa con fuerza: los broches joya, perfectos para dar un toque de luz.
Vestido estilo kaftán con bordados joya
Este es, sin duda, uno de los modelos más especiales de la temporada. De estilo kimono, con escote cuadrado y mangas amplias con abertura, se cruza en la parte frontal con botones ocultos. Lo que realmente lo distingue son los bordados joya que recorren todo el diseño. Al ser amplio, puedes añadir capas debajo y dejarle todo el protagonismo, como una combinación o un vestido ligero tipo slip-dress.
Vestido con pañuelo al cuello
Este diseño sigue una de las tendencias más vistas durante el otoño-invierno: el escote tipo bandana, envolvente y con mucha intención. De nuevo aparece el marrón chocolate, pero esta vez en tejido jacquard, un material que siempre suma en ocasiones especiales porque eleva cualquier look festivo.
Vestido drapeado y de crepé
Además del jacquard o el terciopelo, es clave que los vestidos de invierno tengan texturas especiales, sobre todo cuando son lisos. Este modelo en azul noche está confeccionado en crepé, un tejido ligeramente granulado que siempre aporta una caída elegante. Tiene una silueta con aire ochentero, con hombreras, drapeado del cuello a la cintura que se ajusta como un guante y unas mangas murciélago muy particulares.
Vestido con acabado terciopelo
Hay vestidos que lo tienen todo para triunfar. Este modelo de Zara es perfecto para bodas de invierno, primero por su color azul noche, sinónimo de elegancia. Segundo, por el acabado aterciopelado, infalible en esta época y capaz de enriquecer cualquier look. Y tercero, por su corte, sencillo y favorecedor: largo midi, escote en V y drapeado en la cintura que estiliza la silueta. Como broche final, un detalle joya dorado aporta ese punto de luz que marca la diferencia.
