La empresaria apostó por un estilismo de aire gótico mientras presentaba, junto a su marido Richard Gere, su nuevo proyecto en España
Richard y Alejandra Gere han regresado a Madrid para presentar Lo que nadie quiere ver, el cortometraje que han producido juntos. Una velada en los Cines Callao que ha reunido a algunas de las figuras más destacadas de la capital y en la que el matrimonio ha subrayado la importancia de la empatía y el compromiso social. Para una cita tan significativa, Alejandra eligió un traje de inspiración esmoquin, un diseño que remite a la versión femenina que revolucionó la moda a partir de los años 60, cuando se convirtió en un gesto de poder y transgresión. Su beauty look se movió en la órbita del gótico glam, una tendencia que Hollywood ha recuperado con fuerza gracias a actrices como Jenna Ortega, Jennifer Lawrence o Mia Goth.
El look de Alejandra Gere: un ‘total black’ impecable
La empresaria deslumbró con un traje negro tipo esmoquin, con una chaqueta de solapas finas y satinadas —un clásico que estiliza visualmente y aporta destellos en los puntos clave— y cierre frontal que enmarca la cintura con precisión. Los pantalones, de corte recto y caída fluida, incorporan un guiño creativo al fajín tradicional del esmoquin, reinterpretado desde una perspectiva más femenina. Bajo la chaqueta, Alejandra llevó un top negro satinado con escote pronunciado pero contenido, perfecto para una ocasión nocturna. El conjunto se remata con unos zapatos de tacón negros con tiras de terciopelo: un básico actualizado que suma textura y un toque diferencial al estilismo.
Aunque hoy es un imprescindible del armario femenino, el esmoquin para mujer fue en su día una auténtica declaración política y estética cuando Yves Saint Laurent presentó en 1966 su icónico Le Smoking. Aquella propuesta, tan polémica como admirada, abrió la puerta a que creadores como Helmut Newton, Giorgio Armani, Donna Karan o Phoebe Philo exploraran la silueta del traje como símbolo de autonomía y autoridad. Más de cinco décadas después, ese gesto sigue funcionando como un auténtico código de poder: un lenguaje silencioso con el que muchas mujeres —como Alejandra en una noche tan significativa— reivindican presencia, elegancia y solidez.
Las joyas: el brillo preciso de los diamantes
Para rematar el look, Alejandra escogió joyas de diamantes de Suarez, una firma histórica con más de 80 años de tradición en alta joyería artesanal y que fue la elegida por los entonces Príncipes de Asturias para sus joyas de compromiso. Los pendientes que lució pertenecen a la colección Grace, elaborados en oro blanco de 18 quilates con 2 diamantes en talla pera y 36 diamantes en talla brillante. Completó el conjunto con una pulsera rivière formada por una hilera de diamantes engastados en garras y un anillo de la colección Tesela, que captura la belleza de un desorden armonioso.
El ‘beauty look’: flequillo parisino y maquillaje gótico
Maquillaje y peinado siguieron fielmente el tono nocturno y sofisticado del estilismo. Alejandra optó por una coleta baja pulida y un flequillo parisino de inspiración Jane Birkin y Brigitte Bardot, uno de los cortes más demandados actualmente en salones de peluquería. En cuanto al maquillaje, la apuesta se centró en una mirada definida con eyeliner negro y unos labios burdeos, un guiño directo al auge del gótico glam que domina Hollywood —de Jennifer Lawrence a Mia Goth, que ha hecho de este estilo su sello personal—. Un beauty look intenso, elegante y perfectamente equilibrado para la alfombra roja.
El look de Richard Gere: sofisticación relajada
Richard Gere acompañó a su mujer con un estilismo sobrio pero lleno de matices. Eligió un traje azul marino con camisa blanca —sin corbata, en un gesto de elegancia relajada— y unos zapatos híbridos entre deportivo y zapato clásico, reflejo de la tendencia hacia la comodidad sin perder estilo. Completó el conjunto con una pulsera de cuentas marrones de varias vueltas, de aire bohemio, y una bufanda de rayas en tonos gris, azul, burdeos y terracota que Alejandra le colocó en un momento cómplice de la noche.
La vida en España, el proyecto solidario y una pareja muy unida
El matrimonio, que se casó en 2018 y ha pasado largas temporadas en España, ha vuelto al país para presentar este proyecto junto a la Fundación HOGAR SÍ. Aunque su residencia habitual está en Estados Unidos, Alejandra reconoce que España es para ellos “un punto de retorno al que vengo con frecuencia porque lo necesito”. Durante la presentación, la empresaria habló con orgullo de su vida en familia: “Richard es un padre muy presente. Le encanta leerles historias a los niños. Cuando yo cocino, él toca la guitarra”. La complicidad entre ambos fue constante, incluso cuando un reportero comentó a Richard que ya lo consideran casi español y él respondió entre risas: “Eso es maravilloso, yo soy de Galicia”.
