Joan Van Ark: de estrella de «Knots Landing» a madre cariñosa

Joan Van Ark se hizo conocida por dar vida a Valene Ewing en la serie «Dallas», pero sobre todo en su exitoso derivado «Knots Landing» (emitido en Rusia como «Узловая посадка»). Años después retomó el personaje en un episodio especial de 2012 y hoy disfruta de un matrimonio feliz con su amor de la adolescencia, con quien tiene una hija. Aunque el tiempo se nota en su aspecto, a sus 78 años sigue irradiando energía y vitalidad.

Aquí repasamos los momentos clave de la vida de Joan Van Ark y el motivo por el que ella misma asegura que tuvo buena parte de la culpa en la caída de «Knots Landing».

Joan nació el 16 de junio de 1943 en Nueva York, en el seno de una familia con cuatro hijos, hija de Dorothy Jean Van Ark y Carroll Van Ark. Cuando tenía siete años, todos se mudaron a Boulder, en el estado de Colorado, y ese cambio de escenario acabaría resultando decisivo para su carrera.

**Joan Van Ark: infancia y primeros pasos en la profesión**
Aunque ninguno de sus padres estaba ligado al cine —su madre trabajaba como escritora y su padre en el ámbito de las relaciones públicas—, desde muy joven Joan tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación.

En una entrevista con We Love Soaps contó que tomó la decisión definitiva cuando el mariscal de campo del equipo de fútbol americano del instituto no la invitó al baile de graduación, lo que la empujó a mirar hacia el mundo del espectáculo.

«Todo se desencadenó en Boulder. Me presenté a una audición en el teatro comunitario. Como el quarterback no me pidió ir al baile, pensé: “al diablo con los chicos” y me fui al casting», recordó Van Ark.

No consiguió el papel principal para el que había leído, pero sí el de una sencilla niña de las flores, y allí fue cuando, según ella misma dice, la “picó el bicho” de la actuación. «Durante la prueba hice un monólogo y en la sala se habría podido oír caer un alfiler; me alabaron tanto que pensé: “¿para qué necesito novios?”».

Mientras actuaba en Denver conoció a la actriz Julie Harris, que estaba haciendo una entrevista para un periódico local. Harris advirtió su talento y la animó a estudiar arte dramático en serio en la Escuela de Teatro de Yale.

Gracias a ese encuentro, Joan se convirtió en la estudiante más joven en obtener una beca completa en aquella prestigiosa institución y en la segunda mujer admitida en el programa; la primera había sido la propia Julie Harris, que ahora le abría la misma puerta.

«Julie escribió al decano y le pidió que se reuniera conmigo. Mis padres me llevaron hasta New Haven, Connecticut, para la entrevista, y él acabó concediéndome una beca», recordaría más adelante. «Fue como si el destino hubiera encajado todas las piezas».

**Valene Ewing en «Dallas» y «Knots Landing»**
La carrera profesional de Van Ark comenzó sobre las tablas del Guthrie Theater de Minneapolis, donde protagonizó una versión de «El avaro» de Molière. Después pasó casi un año trabajando en el Arena Stage de Washington y, en 1963, se incorporó a la gira nacional de «Barefoot in the Park», que la llevó hasta su debut en Broadway. En 1971 fue nominada al premio Tony a la mejor actriz por su papel en «La escuela de las mujeres».

Con el tiempo dejó de centrarse solo en el escenario y empezó a aparecer con más frecuencia en televisión: participó en series como «Temperature’s Rising», «Spider-Woman», «Days of Our Lives» e incluso apareció en un episodio de «Bonanza».

Aunque no le faltaban proyectos, al llegar la década de 1980 Joan seguía deseando encontrar un papel verdaderamente definitorio. En 1978 hizo varias apariciones como Valene Ewing en «Dallas», y esa oportunidad terminó por abrirle la puerta al personaje de su vida.

En 1979 se estrenó «Knots Landing», un spin-off de «Dallas», y Van Ark retomó allí el rol de Valene. A lo largo de 327 episodios, compartiendo protagonismo con Michelle Lee en el papel de Karen y Ted Shackelford como Gary, se transformó en una auténtica estrella para el gran público.

Aunque se trataba de una continuación del universo de «Dallas», centrado en la poderosa pero disfuncional familia Ewing, la idea de «Knots Landing» había sido presentada a la cadena CBS varios años antes. En aquel momento el canal prefería una historia sobre una única gran familia rica, por lo que eligió producir primero «Dallas». Solo cuando el éxito de esta se hizo imposible de ignorar, «Knots Landing» recibió luz verde y, en apenas una temporada, ya estaba entre los veinte programas más vistos de la televisión estadounidense.

**Cómo Joan Van Ark estuvo a punto de perder su gran papel**
La serie contaba la historia de Gary Ewing y su esposa Valene, interpretada por Joan, y de su intento de empezar de cero en la comunidad costera de Knots Landing.

Sin embargo, ella casi deja escapar la oportunidad. Según explicó, vivió una especie de “colisión a tres bandas”: al mismo tiempo tenía compromisos con la serie «The Love Boat» y con un anuncio publicitario que debía rodarse en Nueva York.

Quien terminó inclinando la balanza fue su marido, John Marshall —del que hablaremos enseguida—, que la convenció para aceptar la invitación de «Dallas».

«Me llamaron para ofrecerme un papel como estrella invitada en “Dallas”, que ya estaba dando mucho de qué hablar, y le dije a John: “¿Para qué voy siquiera a leer el guion? No puedo estar en tres sitios a la vez”», contó a Express. «Él lo leyó y me respondió: “Tienes que hacerlo, parece fantástico”».

«Al final me organizó un calendario demencial: un día rodaba en Los Ángeles, luego volaba dos días a Dallas, después dos a Nueva York y vuelta a Texas. Pero cada vez que miro aquella vieja foto del reparto de “Knots Landing”, el spin-off de “Dallas”, me alegro de haberle hecho caso», añadió.

«Dallas» y «Knots Landing» acabaron suponiendo un compromiso de unos quince años para Van Ark, que terminó identificándose profundamente con Valene. Y el destino aún le tenía reservada otra sorpresa relacionada con Julie Harris.

En 1980 volvieron a cruzarse sus caminos cuando los productores de «Knots Landing» eligieron a Harris para interpretar a la madre del personaje de Joan, algo que a ella le pareció casi irreal.

«Cuando los productores me dijeron que por fin habían encontrado a alguien para hacer de mi madre en la serie, contuve la respiración», recordaba en 1984 en una entrevista con Florida Today. «Pensé: “Dios mío, seguro que van a decir Phyllis Diller o Zsa Zsa Gabor, o algo por el estilo”. Y entonces mencionaron a Julie Harris. Me quedé atónita; ni siquiera sabían que llevábamos años siendo amigas».

Joan se mantuvo en la producción durante trece temporadas y esos mismos 327 episodios. En 1993, apenas un año después de su marcha, la serie fue cancelada. Su salida no tuvo que ver con una falta de interés; simplemente sentía la necesidad de ponerse a prueba en otros registros.

«Podría haberme quedado en el programa para siempre y vivir tranquila», declaró en 1992 a Los Angeles Times. «Pero tres años antes había hecho “La noche de la iguana” en Williamstown, Massachusetts, y tenía pegada en el espejo una cita de Tennessee Williams sobre el éxito. Venía a decir, y lo resumo, que la seguridad es esa piscina en forma de riñón en Los Ángeles donde te sientas a esperar los cheques de tus residuales. En “Knots” yo estaba demasiado cómoda, y un artista no debería instalarse en la comodidad».

Aun así, la serie representaba una parte gigantesca de su vida. Marcharse resultó mucho más duro de lo que había imaginado.

«Adoro con locura esos trece años que pasé allí», confesó. «El creador de “Knots Landing”, David Jacobs, marcó mi vida y me enseñó infinidad de cosas. Ted [Shackelford] fue literalmente la otra mitad de cada respiración que di en pantalla, y en lo personal ocupa una gran porción de mi corazón. Esa gente es mi familia: compartimos bodas, divorcios, duelos… Dejar todo eso atrás es mucho más difícil de lo que crees».

Sin la química entre Valene y Gary, la ficción ya no volvió a ser la misma, y la propia Joan ha llegado a responsabilizarse del final del programa.

«En realidad fue culpa mía. Me fui a NBC para hacer un piloto que al final no salió adelante», explicó. «Después de catorce años estaba lista para marcharme, así que acepté el piloto y lo rodé. No fue un proceso tan limpio como debería haber sido. Cuando el piloto no se vendió, me pidieron que regresara y participé en el final de cuatro horas con el que se despidió la serie».

Aunque abandonó el universo de los culebrones, Van Ark siguió trabajando con regularidad en televisión. Hizo apariciones en producciones como «The Fresh Prince of Bel-Air» y en numerosos telefilmes, y entre 2004 y 2005 interpretó a Gloria Fisher en 55 episodios del exitoso drama «The Young and the Restless».

**Joan Van Ark: matrimonio, marido e hija**
En Hollywood es habitual que las estrellas se casen entre sí y que los matrimonios no duren demasiado.

En el caso de Joan ocurrió lo contrario: conoció al amor de su vida en el instituto, en Boulder. Allí inició su relación con John Marshall, con quien se casaría en 1966 en una base militar en Alemania.

«Créeme, nuestra boda no se pareció en nada a las que vivió Valene Ewing», bromeó en una entrevista con UPI.

En 1969 nació su hija, Vanessa Marshall, que también eligió el mundo del espectáculo pero desde otro ángulo: se ha labrado una carrera como actriz de voz, dejando de lado la interpretación frente a la cámara para centrarse en el doblaje de películas de animación, series y numerosos videojuegos.

John Marshall, por su parte, se convirtió en un periodista galardonado con un Emmy y trabajó para KNBC-TV y la cadena NBC, construyendo una trayectoria de éxito paralela a la de su esposa mientras Vanessa crecía.

Para Joan no fue sencillo compaginar la maternidad con las exigencias de la industria, y reconoce que fue John quien sostuvo a la familia en esos años especialmente intensos.

«Gracias a él tenemos a la hija más maravillosa del mundo y nuestro matrimonio sigue siendo sólido», declaró al periódico The Leader-Post en 1988. «Yo tiendo a entregarme tanto a lo que hago que me cuesta repartir mi tiempo entre distintas cosas».

«Él no quería perderse el crecimiento de Vanessa ni tampoco renunciar a nuestra vida juntos», añadió. «Sabe que los corresponsales viven con la maleta siempre hecha. Tomó una decisión profesional con la que yo, siendo sincera, quizá no habría coincidido, porque si dependiera de mí estaría siempre subiendo a aviones y despidiéndome desde la puerta de embarque».

**Joan Van Ark: aficiones y patrimonio**
Además de su trabajo como actriz, Van Ark siente verdadera pasión por correr. Ha completado varios maratones y suele decir que prefiere salir a trotar antes que sentarse en la consulta de un terapeuta.

Aun así, hay una norma que respeta: nunca sale a correr con su marido.

Según ella, «es la manera más rápida de acabar en un divorcio que conozco; cuando corres en pareja siempre terminas criticando la forma de moverse del otro».

En la última década Joan ha seguido apareciendo tanto en los escenarios como en la pantalla, en montajes teatrales y en producciones como las películas «Watercolor Postcards» y «Psycho Wedding Crasher». Sin embargo, para millones de espectadores siempre será, ante todo, la inolvidable Valene de «Dallas» y «Knots Landing».

Según el portal Celebrity Net Worth, la fortuna de Joan Van Ark ronda los diez millones de dólares.

¿Qué te parecen Joan Van Ark y sus interpretaciones en «Dallas» y «Knots Landing»? Puedes dejar tu opinión en la sección de comentarios.

Y si tú también quieres verla de nuevo en más proyectos, comparte este artículo con otras personas que recuerden su trabajo con cariño.

Joan Van Ark: de estrella de «Knots Landing» a madre cariñosa
MIS PADRES DICEN QUE ES «DEMASIADO GRANDE» PARA MI, PERO NO SABEN QUE VOY A HACER.