El ganador del Premio Planeta 2025 por Vera, una historia de amor ha hablado como nunca sobre la relación que mantiene con la presentadora desde hace casi 30 años.
Ya lo dejó claro la noche en la que se alzó con el Premio Planeta 2025 por la novela Vera, una historia de amor. Para Juan del Val, nada tendría sentido sin Nuria Roca, y lo ha vuelto a confesar en A SOLAS CON, el pódcast de Vicky Martín Berrocal en Podimo. “La persona más importante de mi vida es Nuria, sin duda, por encima de mis hijos”, ha afirmado el escritor y colaborador televisivo. “Nuria, al final, es un proyecto de vida. Es compañera, confidente… un montón de cosas. Es la persona con la que siempre me apetece tomarme un vino, siempre es ella. Por eso, aunque solo sea por el vino, es la más importante”, ha añadido, dejando claro que la presentadora de La Roca, el programa que arrasa los fines de semana en laSexta, ocupa el primer puesto en su lista.
Sin embargo, no se olvida de quien estuvo mucho antes que la presentadora valenciana: su madre, Ángeles. “En esto de decir quiero más o quiero menos nunca se sabe medir, no hay un ranking, pero la persona más importante de mi vida es Nuria, sin duda, y en el inicio de todo, mi madre. Ella estuvo en mis momentos más complicados”, ha confesado, recordando la difícil etapa de su adolescencia, que le llevó a someterse a siete años de tratamiento psiquiátrico y psicoanálisis.
Por eso, tanto a ella como a su padre los tuvo muy presentes en el discurso que pronunció tras ganar el millón de euros del Planeta. “Tengamos la edad que tengamos, siempre somos como un niño que quiere que sus padres estén orgullosos. Al día siguiente de la entrega de premios, cuando llamo a mi madre para hablar con ella, me dijo: ‘Con lo que hemos pasado’”, ha contado el escritor a Vicky.
La historia de amor de Juan y Nuria comenzó hace 27 años y, tras una romántica boda y tres hijos en común, la pareja sigue tan enamorada como el primer día. “Yo no soy de dar consejos ni tengo ninguna clave para que funcione algo”, ha respondido cuando la diseñadora le ha preguntado por el secreto. Aun así, no ha dudado en compartir su visión: “Si pudiera decir cosas imprescindibles para que una relación dure 27 años bien —y esto es importante matizarlo— son: cierta admiración por el otro; entender que la otra persona, en mi caso, no es mi mujer sino una mujer, y que está conmigo porque quiere estar y no porque me necesite; y que tu pareja no es tu pareja, sino una persona independiente que tiene sus necesidades, sus deseos… una vida al margen de la tuya y que en un momento determinado coincide contigo. Esto último tiene algo de provisional que me parece importante: no dar nada por hecho”. Y remató con una broma: “Yo con una media naranja me aburro. Yo quiero una naranja entera”.
Tras esa reflexión, Vicky abordó un tema que “persigue” al matrimonio desde hace tiempo: sus declaraciones sobre las relaciones abiertas. “Todo el revuelo que se formó en aquel momento y que todavía nos persigue tiene mucho que ver con que cada uno haga lo que le dé la gana”, empezó diciendo. “Lo que yo he pensado toda la vida sobre esto, antes de conocer a Nuria, es que para mí la fidelidad no es un valor excesivamente importante. Nunca me ha parecido que para que una relación sea verdaderamente profunda se tenga que basar en la fidelidad. No sé ni lo que es la fidelidad y, sobre todo, no tengo muy claro lo que no es la infidelidad”, matizó. “Puede ser mucho peor el desear, rozarte la mano con alguien, estar loca por irte a tomar un café y coincidir con alguien o ponerte muy guapa para cruzarte con uno… eso igual es peor que acabar de cualquier manera con alguien y luego, si te he visto, no me acuerdo”, analizó. Y concluyó tajante: “Como no sé muy bien lo que es, no puede ser el pilar básico para mi relación. Pero decirte esto no quiere decir que yo haya sido infiel”.
Por último, el autor de Candela o Bocabesada confesó cuál es su mayor temor: “Me da pánico que le pase algo a alguien que quiero”, afirmó, insistiendo una vez más en las personas más importantes de su vida. “Me da miedo que le pase algo a Nuria, a mis hijos, a mis padres que ya son mayores, a mis amigos…”.
