De niño llevaba gafas con cristales gruesos y practicaba ballet clásico. Gracias a ello, aprendió lo que era la disciplina, lo que le ayudó a abrirse camino en el mundo del cine y convertirse en uno de los actores más solicitados. ¿Quién es? Jean-Claude Van Damme.

Era un niño pequeño y frágil. A menudo tenía que ir con moretones, ya que a sus compañeros de clase les gustaba demostrar su superioridad sobre él.

Durante cinco años asistió a clases de ballet clásico e incluso fue invitado a actuar en la Ópera de París. Le encantaba la música clásica, especialmente Beethoven.

El padre de Jean-Claude se derritió con las clases de deporte y karate. Consideraba que el niño necesitaba fortalecer su salud. El esfuerzo dio sus frutos. A los 10 años, el niño ya había aprendido los fundamentos del setokan y el kickboxing. Le gustó y continuó con las clases. Pero no abandonó el ballet.

Más tarde se dedicó a las artes marciales y estaba en excelente forma. Se convirtió en campeón de karate en Bélgica. Después de eso, llegó al cine.

Su experiencia en ballet le ayudó a alcanzar un gran éxito en el cine. Era flexible y plástico, lo que hacía que todas las escenas de lucha fueran elegantes, refinadas y exclusivas.

La mayoría de los personajes de Van Damme repiten su trayectoria vital: de débiles, indefensos y ridículos se convierten en personas fuertes y seguras de sí mismas.
