Esta pareja cree de verdad que la edad son sólo números que no pueden interponerse en una relación, nos cuenta Elite Readers. Kyle Jones (31) sale con Marjorie McCool, una abuela de 91 años.
¿No te lo crees? Aquí tienes la prueba fotográfica.
La pareja ha aparecido mucho en los medios últimamente. En una entrevista reciente, Marjorie reveló un montón de detalles íntimos, ¡sin el menor pudor!
Cuando le preguntaron por el sexo, Marjorie dijo:
«Cariño, puedo poner mi pierna sobre su hombro. No bromeo». «Recibo suficiente amor y atención», señaló Marjorie.
Kyle tampoco se avergonzó. Para sorpresa de los entrevistadores, declaró:
«Tenemos una relación muy física. Hablamos por teléfono de vez en cuando, pero es muy sexual. Hemos salido por la ciudad un par de veces, pero sobre todo pasamos tiempo en la cama. Me atraen muchas cosas que a muchas mujeres les avergüenzan. Me encantan las arrugas. A las mujeres les preocupan los pechos caídos y, en mi opinión, la caída natural queda muy bien. No me gusta la cirugía plástica. No voy a decir canas, pero me gusta el pelo platino. Prefiero el color natural».
Kyle subraya que no tiene ningún interés pecuniario.
Los amantes se conocieron en una librería en 2009. Marjorie estaba soltera en ese momento, después de haberse separado de su marido 37 años antes, y finalmente accedió a tener una cita con Kyle.
Aunque muchos piensan que Kyle aspira a una rica herencia, Marjorie confirma que no tiene ningún ahorro.
Kyle explica:
«A menudo me acusan de ser una especie de buitre. La gente cree que hay alguna herencia de por medio, pero no es así».
Sin embargo, hay un giro: Kyle está saliendo con varias mujeres al mismo tiempo — todas ellas mayores.
Además de Marjorie, Kyle tiene cinco amantes mayores.
¿Cómo se siente Marjorie al respecto? Confiesa:
«Al principio estaba celosa de él con las otras, pero siempre vuelve a mí y me dice que soy la mejor. Físicamente tenemos una relación maravillosa. Estoy sorprendida de mí misma, sorprendida de él.
No hay nada mejor. Llevo lencería sexy. Aunque procuro no quitarme el sujetador en la cama, porque apenas me queda».